A 112 años del inicio de la Revolución Mexicana, la Fundación Familia Serdán y el nieto de Aquiles Serdán Alatriste, Máximo Serdán, presentaron el libro "Ser Hecho en México", que recoge las anécdotas de Carmen Serdán Alatriste.
Previo a la presentación del texto, editado por Miguel Ángel Porrua, el ingeniero y defensor de organizaciones públicas y privadas expuso que la idea surgió de un interés de décadas por preservar y compartir la historia.
Su abuelo, hijo de Aquiles, recordó, era solo un niño de dos años cuando inició la Revolución con el ataque a la casa de los Hermanos Serdán y a los ocho años también quedó huérfano de madre, por lo que estuvo bajo el cuidado de Carmen.
"Es un libro donde cito anécdotas propias de la familia, yo soy bisnieto de Aquiles, mi abuelo tenía dos años en ese entonces en 1910, él incluso estaba ese día ahí", expuso.
Mientras la gesta histórica avanzaba, Carmen, Natalia y los niños se fueron a vivir a la Ciudad de México y al paso de los años, su abuelo se casó con Isabel Álvarez Dávalos, quien recogió entrevistas con la heroína.
De las anécdotas que se recogen de Carmen Serdán, explicó el autor, para él la gran enseñanza es que ella consideró que a pesar de haber concluido esa parte de la historia en México, el proceso de Revolución continuó con los años.
"Es un proceso de transformación que se da en la nación, sobre todo, con el tema de buscar la igualdad, eso es prácticamente lo que ella platicaba, más algunos fragmentos que se van a encontrar ahí", dijo.
Las anécdotas, agregó, son varias, sin embargo, una que a él le llena de emoción a pesar del paso del tiempo y de haber escuchado varias veces los relatos, es cómo Natalia y Carmen Serdán se arriesgaron para salir por las armas que servirían para el movimiento.
Las mismas, contó, llegaban a la ferretería El Candado que se encontraba en el Centro Histórico de Puebla y en una ocasión, con los fusiles amarrados a la cintura debajo de la falda y su abuelo en manos, se topó con un general en la zona de Santa Clara que le señaló el piso.
"El pequeño niño que también ya estaba llorando estaba señalando al piso y entonces Carmen voltea la mirada y se da cuenta de que era un pequeño juguete que traía Aquiles, mi abuelo", recordó.
El texto cuenta con cuatro capitulos, los primeros tres incluyen las conversaciones que tuvo su abuela con la heroína y el cuarto es su aportación para dar contexto a las anécdotas que son de su familia, pero para la historia de México.
A los especialistas, dijo, les ha tocado abordar con investigaciones las aportaciones de los revolucionarios y en ellas se puede leer cómo pensaban, sin embargo, consideró que "Ser Hecho en México" aporta una visión de cómo se vivió el proceso dentro de un hogar.
En su caso, recordó, no es ni historiador ni escritor, pero la misma pandemia lo llevó a reflexionar sobre la importancia de compartir este testimonio, además de que tomó un curso de escritura en línea y buscó el apoyo de su amigo Porrúa.
Al paso de los meses, no sólo apoyó el heredero de la cultua editorial en México, sino el mismo Consejo Editorial de la Cámara de Diputados se interesaron en el proyecto y fue así que se concretó la produción.