Hoy, hablar de los concursos de belleza implica cuestionarse sobre los estereotipos que se exigen a las mujeres y hay sectores sociales que los rechazan y han perdido popularidad.
Sin embargo, alguna vez fueron importantes para el mundo, México y Puebla como escaparates para promocionar los destinos turísticos.
Tanto el concepto de Miss Universo como el de Señorita México nacieron en 1952 y con ello, comenzaron a organizarse concursos en los diferentes estados del país.
Los mismos no han estado exentos de las reseñas que realizan aficionados a la historia de Puebla en redes sociales como Facebook.
Al respecto, se han publicado imágenes como la de Patricia Herrejón, quien ganó el concurso en 1970 o Adelaida Marín Lagunas, quien lo hizo en 1974.
Por lo menos en esa década los concursos eran organizados por comités que integraban autoridades en materia de turismo y se privilegiaba la cercanía de las concursantes con la entidad.
De la década de los ochentas, se recuerdan logros como el de la actriz Martha Cristiana Merino Ponce de León en 1986 y el concurso del siguiente año que casi convierte a una poblana en la mujer más bella del mundo.
Se trató de Amanda Beatriz Olivares Phillip, quien ganó el concurso nacional en 1987 y fue segundo lugar de Miss Universo en 1988.
De la poblana que casi se convierte en la más bella en la tierra se recuerda que un parque llevó su nombre y que posteriormente intentó incursionar en la política sin éxito.
En la década de los noventa hubo concursantes ganadoras que marcaron la historia por otros motivos.
Recientemente Liliana N., ganadora del concurso estatal de 1991 fue señalada por explotar a mujeres indígenas de la Sierra Norte.
Por otro lado, en 1995, Sandra Sosa Nasta ganó el concurso de Puebla y luego el nacional, con lo que suman dos poblanas como las más bellas del país en la historia de esos concursos.
En lo que va del siglo, el concurso ha sido centro de varias polémicas. Una de ellas ocurrió en 2016, pues Diana Laura Leal Herrera, una joven originaria de Acatlán de Osorio que había sido elegida como Señorita Puebla, fue despedida del concurso nacional.
Los organizadores argumentaron que faltó a sus compromisos, pero ella acusó que fue un acto de discriminación y ganó una demanda.