A casi tres meses de que inició la vacunación en el país contra el Covid-19, trabajadores del Hospital de Traumatología y Ortopedia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) exigieron a las autoridades federales que se les incluya en el plan de inmunización “porque nos han olvidado y trabajamos con miedo”.
En entrevista con EL UNIVERSAL PUEBLA, Eduardo Franco García informó que, pese a no ser un hospital Covid, en este nosocomio han muerto 10 médicos, se han contagiado 500 y 150 casos siguen activos.
Aclaró que a 250 trabajadores ya se les aplicó la vacuna, pero aún faltan alrededor de 650 que están en riesgo todos los días ante la llegada continua de pacientes accidentados.
Este viernes por la tarde, personal del Hospital de Traumatología y Ortopedia del IMSS salió a las escalinatas para exigir con gritos y pancartas que se les considere en el plan de vacunación.
“No nos han tomado en cuenta para la aplicación de la vacuna como hospital Covid, no somos de primera línea, pero atendemos personas con Covid. Al ser un hospital de traumatología llega mucho paciente accidentado, eso nos pone en riesgo”, destacó el médico anestesiólogo del turno vespertino y vocero de los inconformes.
Precisó que el riesgo de infectarse del virus es latente, pues parte del personal que aún no recibe la dosis trabaja en quirófano, laboratorio y enfermería, principalmente.
Los trabajadores de este nosocomio aún recuerdan la despedida con aplausos que, en mayo del 2020, hicieron a uno de sus compañeros: el camillero Eucario López Jiménez, de 53 años de edad.
Franco García dijo que, aunque han tenido acercamiento con autoridades de la delegación del IMSS, la instrucción debe provenir del gobierno federal.
Por ello, solicitó la intervención de la Secretarías de Gobernación y de Salud del estado de Puebla para que se pueda agilizar la vacunación para el resto del personal.
“Queremos que las autoridades vean a este hospital como de primera línea, más que nada por las necesidades que tenemos al estar en contacto con un gran número de personas accidentadas, pues trabajamos con el miedo de ser contagiados”, señaló.
