Lecturas especializadas en medicina refieren que en 1994 comenzaron a desaparecer los casos de tuberculosis respiratoria o pulmonar en México. Sin embargo, el reciente boletín del Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal, revela un rebrote de este padecimiento.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la tuberculosis pulmonar o respiratoria es ocasionada por una bacteria llamada mycobacterium tuberculosis y se contagia a otras personas por medio de las gotitas de saliva que quedan expandidas en el aire al momento de toser o estornudar.
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa y potencialmente seria que afecta principalmente los pulmones, pero se puede prevenir y curar si se trata de manera oportuna.
En el más reciente informe de Vigilancia Epidemiológica se señala que en la segunda semana de enero hubo 334 nuevos casos en el país, con lo que se tiene un acumulado de 514 del 1 al 23 de enero de 2023.
De ese total de pacientes, 345 son hombres y 169, mujeres.
La cifra sorprende porque el 2022 cerró con un total de 418 casos.
También hay otras cepas de tuberculosis (17.1, A17.8, A17.9, A18, A19), de los cuales se presentaron 67 nuevos casos en la segunda semana de enero del 2023, con lo que suman un total de 100 pacientes.
En Puebla, la tuberculosis respiratoria ya afectó a ocho personas en lo que va del 2023. Tres casos se presentaron en la primera semana de enero y cinco, en la segunda semana.
De los ocho casos registrados, tres corresponden a pacientes femeninos y cinco masculinos.
Ello refleja que la enfermedad se ha disparado, pues en el 2022, el estado de Puebla tuvo un acumulado de 12 casos, casi uno por mes.
Respecto a otras variantes de tuberculosis no hay un solo paciente registrado en territorio poblano.
Información del IMSS menciona que la tuberculosis pulmonar puede manifestarse semanas o años después de la infección por la bacteria.
Algunos de los síntomas que pueden presentar las personas enfermas son:
-Tos que dura tres semanas o más.
-Tos con sangre o moco.
-Dolor en el pecho o dolor al respirar o toser.
-Pérdida de peso involuntaria.
-Fatiga.
-Fiebre.
-Sudoraciones nocturnas.
-Escalofríos.
-Pérdida del apetito.
Además, también puede afectar otras partes del cuerpo como son los riñones, la columna vertebral o el cerebro.
Cuando la tuberculosis se produce fuera de los pulmones, los signos y síntomas varían de acuerdo con los órganos afectados. Por ejemplo, la tuberculosis de la columna vertebral puede provocar dolor en la espalda y la tuberculosis en los riñones puede causar sangre en la orina.
Es importante que en cualquiera de los casos se consulte al médico cuando haya presencia de fiebre, pérdida de peso inexplicable, sudores extremos por la noche o una tos persistente.
El especialista recomendará algunos estudios clínicos como baciloscopía, que es un análisis de la expectoración o flema, así como un análisis de muestra de tejido pulmonar o de otros tejidos.
El tratamiento puede durar hasta seis meses y en caso de abandono, debe ser reiniciado en su totalidad.
Los grupos vulnerables son los niños, adultos mayores, personas con defensas bajas, personas que viven con VIH/SIDA, fumadores y pacientes con diabetes mellitus.