Este lugar se encuentra ubicado al sureste de Tehuacán, Puebla y su principal actividad económica es la extracción de la piedra ónix para la fabricación de finas piezas, así como la sal artesanal y orgánica.
La localidad de San Antonio Texcala está situada en el municipio de Zapotitlán Salinas, a unos 120 metros de altitud. Según datos históricos, fue fundada aproximadamente hace 1500 años por el primer gobernante popoloca llamado Xopanaltzin.
El nombre de San Antonio Texcala es de origen náhuatl, “Atexcale” significa “Piedra donde nace el agua o risco de piedra donde nace el agua”, debido a los yacimientos de salinas y ónix.
Con la llegada de los españoles y con la evangelización de los franciscanos en 1556, la lengua náhuatl y popoloca que se hablaba en la comunidad se perdió, además de que el nombre de “Atexcale” cambió a Texcala y se le agregó el “San Antonio” como patrono de la comunidad.
De acuerdo con la página Hecho en Tehuacán, la historia de este centro artesanal comenzó en el año de 1880, con una expedición en Tehuacán con geólogos y mineros para explotar las minas tras enterarse de los yacimientos de ónix de Tecali de Herrera y de San Antonio.
Desde entonces, este sitio se convirtió en uno los lugares con mayor producción de esta piedra a nivel mundial hasta nuestros días. Otra de las actividades económicas de esta junta auxiliar es la fabricación de la sal Gema, conocida como sal tierna o de comer y sal de ganado.
Sus habitantes se han dedicado por años a la explotación de sal y se puede comprobar a través de los vestigios salinos que se encuentran en varias partes y otros más enterrados a unos 6 ó 7 metros de profundidad. Hoy en día esta localidad, extrae más de 3 mil toneladas mensuales de ónix para la elaboración de figuras decorativas como lámparas, dominós, damas chinas, muebles pero sobre todo piezas y tableros de ajedrez que es una de las artesanías más populares y con mayor reconocimiento a nivel nacional.
El ajedrez de Texcala es un tablero de 64 cuadros entre blancos y negros, que contienen 32 piezas repartidas entre 16 blancas y 16 negras.
Este juego fue diseñado cuidadosamente por un grupo de artesanos locales logrando una fusión entre dos piedras semi-preciosas, el mármol y el ónix, las cuales dan forma a finas figuras talladas a mano que hoy se exhiben en sus plazas principales.
Ahora ya sabes, si buscas un destino que muy pocos conocen, lánzate a esta localidad que se encuentra a tan solo 15 km de la capital Tehuacanense, sin duda es el sitio perfecto para los amantes de las artesanías, pero sobre todo del ajedrez.
