Los movimientos históricos son susceptibles a controversias y deben ser analizados a la luz de los hechos. Tal es el caso de Puebla y Coahuila, estados que han mantenido un debate sobre dónde inició realmente el movimiento de la Revolución Mexicana.
Sin embargo, diferentes historiadores coinciden en que Puebla es cuna de la Revolución porque, dos días antes, los hermanos Serdán Alatriste iniciaron el movimiento de insurrección convocado por Francisco I. Madero.
Todo comenzó el 18 de noviembre de 1910 en la casa con el número 206 de la calle 6 Oriente, en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, donde se gestó el inicio del movimiento en contra de la dictadura del entonces presidente Porfirio Díaz.
Los hermanos Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán Alatriste se enfrentaron a las tropas enviadas por los gobernantes que apoyaban a Porfirio Díaz.
El argumento de los federales era realizar un cateo en el inmueble para hallar las armas que, semanas anteriores, los antirreeleccionistas habían ocultado, pese a que ya habían hecho las supervisiones.
En Puebla había un sentimiento de rechazo a la reelección del presidente Porfirio Díaz, por lo que muchos estudiantes y obreros conocían la casa de los Hermanos Serdán y sabían que ahí se celebraran reuniones y se resguardan armas y parque.
Todo se alistaba para que los liberales en Puebla respondieran al llamado de Francisco I. Madero el 20 de noviembre a las 18:00 horas, pero con el cateo a la casa de los hermanos Serdán, se inició el levantamiento a las 10:00 horas.
Fueron cuatro horas durante las cuales, la tropa -conformada por 400 federales y 100 policías locales-, atacó a la familia, irrumpiendo en la vivienda y destruyendo gran parte de los muebles, hasta que dieron con el cuerpo de Aquiles Serdán, quien tras ser herido, decidió ocultarse en un escondite que estaba debajo de la madera que cubría una de las habitaciones de la casa.
La casa fue ocupada por las autoridades y Carmen, junto con su mamá y la esposa de Aquiles, fueron llevadas a la cárcel, mientras que Natalia logró escapar con los hijos de Aquiles antes de ser detenida. Máximo, junto con otros compañeros, también murió en la refriega.
Con el asesinato de los hermanos Serdán se encendió la mecha para que en el norte del país iniciara el ataque, tal como lo dispuso Madero en el Plan de San Luis. Y los hermanos Serdán fueron considerados como los primeros mártires del movimiento contra Díaz.
La fachada del inmueble es fiel testigo de la balacera que hubo en el lugar hace 112 años, pues los visitantes y peatones que circulan por la calle también conocida como la Calle de los Dulces, pueden mirar los agujeros que dejaron las balas en los muros.
Por esta razón, se considera a la ciudad de Puebla como cuna de Revolución Mexicana y la casa de los Hermanos Serdán es hoy el único mausoleo, ya que desde hace cuatro años en ese espacio se resguardan sus restos mortales.
