Por dos años, un hombre vivió en un registro de la CFE en Villa Frontera, Puebla. Hermenegildo Islas, originario de Zitlaltépec, Tlaxcala, convirtió este espacio cubierto por maleza y ubicado en el camellón de la autopista Puebla-Veracruz en su refugio, rodeado de imágenes religiosas y objetos recolectados de la calle.
El hallazgo ocurrió durante una jornada del Programa Estatal de Mantenimiento “Senderos de Paz”, cuando trabajadores del gobierno realizaban labores de rehabilitación.
En medio de la maleza y en condiciones extremas, encontraron al hombre que había permanecido allí durante dos años, sobreviviendo en el camellón de la autopista Puebla-Veracruz.
Un refugio bajo tierra
Islas abandonó su hogar por problemas familiares y, sin recursos ni apoyo, llegó a Puebla, donde se dedicó a la pepena. El registro de la CFE se convirtió en su único refugio contra el frío, la lluvia y el peligro del tráfico.
Dentro de este espacio, acumuló pertenencias, imágenes de santos y algunos utensilios básicos. Su historia pasó desapercibida hasta que el gobierno estatal lo rescató durante la jornada de mantenimiento.
El rescate y una nueva oportunidad
Tras ser identificado, el Sistema Estatal DIF le ofreció ayuda inmediata. Se anunció que recibirá apoyo integral para su reintegración social, incluyendo atención médica, psicológica y acceso a empleo formal.
El caso de Hermenegildo Islas refleja la difícil situación de las personas en condición de calle. Ahora, con respaldo institucional, su vida está en proceso de cambio, dejando atrás la precariedad para buscar una nueva oportunidad.