“Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan”, “Señor, señora no sea indiferente, se mata a las niñas en la cara de la gente”, “Me cuidan mis amigas, no me cuidan los policías”, fueron parte de las voces que se escucharon en el cortejo fúnebre de María Isabel, niña de 10 años de edad, víctima de feminicidio.
La tarde de este jueves, un grupo de cerca de 30 personas, entre vecinos, compañeros de escuela y familia, partió con los restos mortales desde el domicilio de la menor, en la comunidad de Coyotzonga, perteneciente al municipio de Zoquitlán.
En su paso, en dirección a la parroquia de San Pablo, los reclamos de justicia se hicieron presentes, acompañados de cartulinas en las que se exigió a las autoridades el castigo a los responsables de este atroz ataque.
Niñas, niños, mujeres y hombres custodiaron el pequeño féretro blanco que portaba el cuerpo de María Isabel, quien el pasado 18 de enero fue hallada sin vida y con signos de haber sido ultrajada.
Flores y velas blancas portaron los dolientes, y presenciaron la misa de cuerpo presente que ofició el párroco Alejandro Espíndola, quien pidió por el eterno descanso de la menor y lamentó este hecho que conmocionó a la comunidad, ya que nunca se había presentado un caso similar.
Los padres de la menor Cortés Sánchez, después de la celebración eucarística, se dirigieron al panteón municipal, la última morada de la menor.
De regreso a casa, los dolientes se apostaron frente a la presidencia municipal donde reclamaron a las autoridades justicia y sanción a los responsables.