Un castillo de estilo inglés del siglo XVIII, rodeado de un lago artificial y un frondoso bosque, se erige majestuoso en la Ex-Hacienda de Chautla.
Su edificación es tan adelantada a su época que sigue llamando la atención de arquitectos, ingenieros y otros profesionistas.
La historia de esta hacienda se remonta cientos de años atrás, cuando el virrey Carlos III otorgó un extenso terreno con una edificación y espacios para cultivar, conocido como “Selva Nevada” a Manuel Rodríguez de Pinillos en 1777.
Tras pasar por varios dueños, uno de ellos Eulogio Gregorio Gillow (quien llegó a ser arzobispo de Oaxaca), la hacienda fue renovada hasta convertirse en un pequeño Palacio de Versalles, con instalaciones eléctricas, jardines y un lago artificial.
Durante la Revolución Mexicana, la hacienda fue expropiada y no fue hasta la presidencia de Álvaro Obregón, cuando regresó a manos de la familia Gillow.
Sin embargo, la hacienda fue devuelta con una extensión considerablemente menor de lo que había sido originalmente.
Años más tarde, el sobrino de Gillow vendió la propiedad a la Secretaría de la Defensa, y posteriormente el gobierno de Puebla la adquirió con la intención de convertirla en un complejo turístico.
Este cambio de propietarios marcó un nuevo rumbo para la Ex-Hacienda de Chautla, transformándola en un destino turístico de renombre en la región.
La iniciativa de convertir la hacienda en un complejo turístico permitió preservar su historia y arquitectura, al tiempo que ofrecía a los visitantes la oportunidad de disfrutar de sus impresionantes paisajes y actividades recreativas.
La entrada tiene un costo de 42 pesos.
Está abierta al público de lunes a viernes de 8:00 a 17:00 horas y los fines de semana de 8:30 a 17:30 horas.
Si deseas visitar la Ex Hacienda de Chautla, tendrás que llegar por la carretera federal a Puebla. Después de la primera caseta, debes tomar hacia San Martín Texmelucan, cruzar la Avenida Libertad Sur y 4 kilómetros después encontrarás la entrada. La Ex Hacienda de Chautla se encuentra a tan solo a 50 minutos en auto del centro histórico.