En el marco del 112 Aniversario de la Revolución Mexicana es imposible no traer a la memoria a los primeros mártires de ese movimiento: a los hermanos Natalia, Carmen, Aquiles y Máximo Serdán.
Los poblanos, pertenecientes a una familia de clase media, murieron muy jóvenes en el enfrentamiento del 18 de noviembre de 1910, en la casa número 206 de la calle 6 Oriente de la ciudad de Puebla.
Sin embargo, antes de dicha insurrección, dos de ellos ya se habían casado y tuvieron hijos, mismos que lograron sobrevivir gracias a Natalia y posteriormente, crecieron bajo el cuidado de Carmen.
De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, este movimiento estableció las bases para el desarrollo de nuestro país y gracias a ella, nuestra nación tuvo una Constitución que garantizó la libertad democrática y la justicia social.
Todo comenzó con Manuel Serdán Guanes, quien se casó con María del Carmen Alatriste Cuesta, hija del Miguel Cástulo Alatriste Castro, quien fungió como gobernador liberal del estado de Puebla de 1857 a 1861.
Del matrimonio de Manuel y María del Carmen nació primero Natalia, después Carmen, le siguió Aquiles y al último Máximo Serdán Alatriste.
Natalia, al ser la mayor, se casó antes de todos los hermanos. Contrajo nupcias con el abogado Manuel Sevilla Rosales el 29 de julio de 1897 y tuvieron cinco hijos.
El segundo en casarse fue Aquiles Serdán con Filomena del Valle y Abelleyra y de esta unión nacieron tres hijos: Aquiles, Héctor y Sara, esta última nació tres meses después de la muerte de Aquiles Serdán.
Carmen y Natalia siempre fueron muy unidas, iban al Colegio Teresiano, mientras que Aquiles y Máximo asistían al Franco-Anglo-Mexicano.
Al casarse Natalia, invitó a su hermana Carmen para que viviera con ella y le ayudara a cuidar de sus hijos, posteriormente invitó a toda la familia para que estuvieran todos en el mismo inmueble.
La mañana del 18 de noviembre, cuando las fuerzas policiales dispararon contra la casa de los hermanos Serdán, Natalia logró rescatar a sus cinco hijos y a sus tres sobrinos, por lo que ella no tomó las armas como lo hicieron Carmen, Aquiles y Máximo.
Sin embargo, estar en libertad le permitió pasar todo el proceso que permitió sacar de la cárcel a su hermana, a su madre María del Carmen y a su cuñada Filomena, quienes fueron encarceladas el 18 de noviembre por los uniformados.
A la fecha, poco se conoce del papel de todos los descendientes de la familia Serdán Alatriste.
De Natalia se sabe de sus cinco hijos, el tercero se llamaba Carlos Sevilla Serdán, quien en 1972 se casó con Gloria Gutiérrez. Estos esposos tuvieron dos niñas: Gloria del Carmen y Lilia María.
De Lilia Sevilla Gutiérrez se sabe que vive en Querétaro, pero sigue muy unida a su familia en Puebla.
En tanto, de parte de Aquiles Serdán se conoce que su hijo mayor Aquiles Serdán del Valle tuvo dos hijos Aquiles Serdán Álvarez y María Isabel Serdán Álvarez. También sus bisnietos de nombre Carmen y Máximo, éste último ingeniero civil de profesión y desde hace 10 años empresario dedicado a la siembra en invernadero de hortalizas y berries.
Se desconoce el número total de nietos, bisnietos y tataranietos, pero unidos formaron la Fundación Familia Serdán, la cual fungirá como un vínculo entre instituciones de educación y personas que deseen ayudar a quienes más lo necesitan.
Para los descendientes de los hermanos Serdán Alatriste es muy importante la educación para continuar luchando por acabar con la desigualdad social.