El agua en Puebla, al igual que en todo el territorio nacional, no solo se destina a los hogares, sino también se utiliza en el campo y la industria. Se trata de un recurso cuyo consumo es generalizado.
El agua de ríos, arroyos, lagos y acuíferos se utiliza tanto para uso agrícola como industrial; por ejemplo, la armadora Volkswagen consume un importante volumen de agua.
Otro sector relevante es el de las aguas tratadas y la comercialización de agua purificada, sin dejar de lado el líquido vital utilizado en la elaboración de bebidas y refrescos, así como en albercas, baños públicos y balnearios.
El diagnóstico “Aguas en México, ¿Escasez o mala gestión?”, del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), difundido en 2023, indica que Puebla es la tercera entidad del país que más consume agua para el uso exclusivo de la industria autoabastecida, es decir, las empresas que toman el agua directamente de los ríos, arroyos, lagos y acuíferos.
Asimismo, señala que en Puebla, el mayor uso del agua es para la actividad agrícola, seguido por la industria, el uso público y las termoeléctricas.
En general, en Puebla se considera un consumo promedio diario de 200 litros por habitante, y se plantea como un reto reducirlo a 100 litros diarios. Sin embargo, el consumo y la distribución en la ciudad y su zona metropolitana no es uniforme.
En municipios como San Pedro Cholula, se han registrado conflictos sociales por la eventual perforación de pozos, mientras que en algunas zonas de la ciudad de Puebla con alta densidad poblacional, el abastecimiento se realiza por tandeos.
Agua para Puebla trabaja en la construcción de plantas orientadas a eficientar el abasto del vital líquido.
A pesar de los esfuerzos, el suministro de agua en todos sus rubros sigue siendo un desafío complejo.
