Contrario a lo que pudiera pensarse, no todo en el ámbito laboral, en lo que respecta a los periodos vacacionales, está programado.
En los hechos, se ha detectado una modalidad no reconocida oficialmente denominada “vacaciones silenciosas”, que se atribuye al estrés y la sobrecarga de trabajo, principalmente entre los trabajadores jóvenes.
Esto genera un desequilibrio entre lo laboral y lo personal, lo que lleva a la búsqueda de descanso no reconocido formalmente.
Las vacaciones silenciosas son una modalidad en la que el empleado toma tiempo libre del trabajo sin realizar una solicitud formal de vacaciones, con el fin de desconectarse y relajarse, sin que existan vacaciones programadas.
De acuerdo con especialistas, las vacaciones silenciosas están relacionadas con las nuevas generaciones.
La Ley Federal del Trabajo (LFT) no contempla ni oficializa las vacaciones silenciosas de ninguna manera, aunque recientemente se incrementó el periodo de vacaciones al reformarse los artículos 76 y 78 de la LFT.
Ahora, los empleados pueden disfrutar de 12 días de descanso continuo después de su primer año laboral:
“Las personas trabajadoras que tengan más de un año de servicios disfrutarán de un periodo anual de vacaciones pagadas, que en ningún caso podrá ser inferior a doce días laborables, y que aumentará en dos días laborables por cada año subsecuente de servicios, hasta llegar a veinte. A partir del sexto año, el periodo de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de servicios”.
En consecuencia, en caso de que el empleador lo decida, podría dar por terminada la relación laboral de manera justificada o, en su caso, sancionar al trabajador.
Sin embargo, lo que sí está permitido es el disfrute de días de descanso por parte del trabajador, previo acuerdo con el empleador, una situación que está contemplada en muchas empresas.