Felipe Maldonado Vargas es el presidente de la agrupación Hermanos Águila de Huauchinango, danzantes que realizan el ritual de volar desde lo más alto de un palo y descender poco a poco vestidos con alas de águila, en ofrenda a los dioses ancestrales.

Su amor por este ritual lo ha inculcado a sus hijas, quienes desde los seis años comenzaron a volar y ahora son la quinta generación de la familia Maldonado que inició esta práctica hace 140 años.

Él sabe que su bisabuelo ya volaba, pero desconoce si antes de él algún integrante de la familia lo hacía.

Para los voladores, continuar con esta tradición forma parte de sus creencias en las que ofrecen sus vuelos a los dioses de los elementos como lluvia, aire, fuego, tierra, para que los protejan, cuiden de sus cultivos, de su tierra, de sus familias, de sus comunidades y de todos los seres vivos.

El ritual

La danza de los voladores se conforma por cinco personas. Todos suben escalando el palo que llega a tener hasta 20 metros de altura.

En la cima se coloca un hombre que toca la flauta y un tambor al momento de la ceremonia del descenso.

Se debe tocar el tambor porque simula los latidos del corazón, mientras que la flauta representa los cantos de las aves.

Este hombre recibe el nombre de caporal y las notas musicales que emite son el Son del Perdón, con el cual pide a los dioses abundancia y buenas cosechas.

Los cuatro hombres o mujeres, en ocasiones hasta niños, se colocan cada uno en dirección a los cuatro puntos cardinales: norte, sur, oriente y poniente.

Al momento de iniciar el sonido de la flauta y el tambor descienden colgados por los pies para que puedan extender sus brazos como si fueran águilas, ya que es ese momento en el que se comunican con los dioses.

El descenso de las cuatro personas se hace circular y cada danzante debe dar 13 vueltas, lo que significa que en total son 52 vueltas y cada una representa una semana, es decir, que la protección que piden a los dioses es para todo el año.

Accidente mortal

A decir de Felipe Maldonado, nunca habían tenido un accidente tan lamentable como el ocurrido el pasado 4 de marzo, cuando una mujer voladora de 19 años de edad cayó desde una altura de 15 metros y perdió la vida.

El pasado 1 de abril de 2023 autoridades estatales, municipales y habitantes de Huauchinango llevaron a cabo un homenaje póstumo a María Rita Torres Mérida, joven voladora que perdió la vida cuando su cuerpo se soltó de la cuerda que la sujetaba en el ritual previo a la inauguración de la Feria de las Flores de ese municipio.

En este homenaje estuvieron presentes el grupo de los hermanos de Rita, los voladores de Cuacuila y el grupo Hermanos Águila.

Felipe Maldonado comentó que desde entonces, a todas las ceremonias de vuelo en las que participan, por indicaciones de Protección Civil, deben de colocar una línea de vida a lo largo del mástil.

“Ya estaba implementada desde hace mucho tiempo, pero no la ocupábamos, porque es un poco incómodo para nosotros subir así, pero por el accidente que pasó recientemente en la región de Puebla es que tenemos que subir así”, dijo en entrevista a un medio local.

En tanto, reafirmó que seguirán preservando esta tradición y continuarán presentándose en cada región a la que son invitados, presentaciones por las cuales no cobran y solo reciben cooperaciones voluntarias que hacen los espectadores una vez que concluye la danza de los voladores.

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