Otorgar un desayuno a los escolares tiene su origen en 1929 y fue gracias a una organización altruista conocida como La Gota de Leche, la cual operaba en la Ciudad de México y sólo distribuía leche a los escolares.

Con el paso del tiempo y con la creación de la Asociación de Protección a la Infancia (API), entre 1935 y 1945 surgieron los desayunos escolares que consistían en una cajita de 250 mililitros de leche, un sándwich, huevo cocido y un postre.

El programa comenzó a distribuirse al interior del país para beneficiar a más escolares, pero al mismo tiempo tuvo modificaciones.

Antes del 2008, los desayunos del DIF tenían mazapán o una palanqueta | Crédito Roberto Sánchez García
Antes del 2008, los desayunos del DIF tenían mazapán o una palanqueta | Crédito Roberto Sánchez García

Continuó distribuyéndose la cajita de leche, pero ya no era el sándwich, sino una galleta integral y el postre era una palanqueta de cacahuate o un mazapán.

Cada uno de los productos con su bolsita individual y por lo general contenía las etiquetas del gobierno y del DIF nacional.

Muchos niños disfrutaban el inicio de sus clases porque era el momento de desayunar en el salón, cada uno desde su pupitre.

Los desayunos se repartían por igual tanto a los niños que ya habían desayunado en su casa, como para aquellos que era su primer alimento.

Sin embargo, fue en el 2008 cuando el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) decidió cambiar el desayuno escolar.

Dejó la cajita de leche y cambió la galleta, el mazapán y la palanqueta por otros productos también a base de cereal y frutas secas o deshidratadas.



El argumento de la institución federal fue que antes los desayunos permitían atender a una población desnutrida, pero ahora no sólo tenían que cuidar la alimentación de esos niños, sino también a los que están mal alimentados y los que padecen sobrepeso y obesidad.

Además, sostuvo que antes, el programa de desayunos escolares era homogéneo en todo el país, pero las carencias alimenticias en los estudiantes eran diferentes en cada estado. Por ellos, los desayunos deberían de estar diseñados por las autoridades estatales, de acuerdo con sus propias características.

De acuerdo con las Reglas de Operación del Programa de Alimentación Escolar, en sus modalidades caliente y frío, publicado por la Secretaría de Gobernación estatal, los desayunos escolares fríos consisten en la entrega de insumos para su consumo en el plantel escolar, generalmente en el salón durante los días de clase.

Detalla que a los escolares se les reparte:

-Bebida: leche descremada

-Galletas integrales o barra de cereales

-Fruta deshidratada y oleaginosa (cacahuates y pasas).

Añade que los padres de familia deberán complementar la ración con frutas frescas, preferentemente las que se producen en la región.

En el caso de las barras, algunos padres de familia han criticado que estos productos contengan en el empaque dos sellos de la Secretaría de Salud con los cuales se advierte que el producto contiene exceso de calorías y exceso de azúcares.

Resaltando que en la etiqueta con los valores nutrimentales están por encima de los 5 gramos de azúcar por porción, considerados como permitidos para los menores.

Tanto para los desayunos escolares calientes como fríos, la periodicidad del programa está sujeta a cambios de acuerdo con la disponibilidad presupuestal.

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