El 19 de septiembre 2022 sorprendió debido al sismo que se registró minutos después del mega simulacro. Esa misma tarde, Protección Civil alertó sobre actividad volcánica del Popocatépetl y posible caída de ceniza. La suma de ambos eventos provocó incertidumbre.
El Popocatépetl es uno de los volcanes más activos en México y también, de los más peligrosos del mundo.
Se considera que es uno de los más peligrosos debido a que hay 35 millones de personas que habitan a menos de 100 kilómetros de su cráter.
Es considerado como un estratovolcán, debido a que su crecimiento se ha dado a partir de varias fases eruptivas.
En su historia reciente, "Don Goyo", como también es conocido este volcán, se mantuvo inactivo durante 70 años, hasta que comenzó a presentar un aumento en la presencia de fumarolas.
Fue en diciembre 1994 cuando el Popocatépetl despertó oficialmente, a partir de entonces ha presentado varias etapas efusivas y explosivas, las cuales se asocian con el crecimiento y destrucción de domos de lava en el interior del cráter.
Cuando el Popo presenta una mayor actividad volcánica con emisión de ceniza, estas han alcanzado a varias zonas de Puebla, CDMX, Estado de México, Morelos y hasta poblaciones más lejanas, en los estados de Querétaro y Veracruz.
La acumulación de cenizas podría causar cierto grado de destrucción al acumularse en techos, incluso podría producir el colapso de las estructuras, además de provocar efectos nocivos en los animales que habitan en la zona. Otras consecuencias sería problemas con el drenaje al acumularse en calles y carreteras.
Los fragmentos incandescentes lanzados por las explosiones del Popocatépetl han llegado a casi cinco kilómetros de distancia del cráter y a unos 3.5 kilómetros de las poblaciones más cercanas al volcán.
En ocasiones, la actividad volcánica de "Don Goyo" ha presentado la emisión de flujos piroclásticos y lahares, los cuales en un par de ocasiones alcanzaron a la población de Santiago Xalitzintla, Puebla, el poblado más cercano.
Un riesgo latente en el Popocatépetl si hace erupción, es el descongelamiento del glaciar o la cubierta de nieve, que variaría según la época. Por esta razón, los poblados aledaños a los cursos naturales de agua son los más amenazados.
Otra consecuencia serían incendios forestales, debido a la caída de material incandescente en pastizales y zonas boscocas.
Delfino Hernández Láscares, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), detalla los diferentes escenarios que podrían ocurrir en el caso de que el Popocatépetl hiciera erupción.
"En el poco probable caso de que la actividad del Popocatépetl evolucione hacia una erupción de mayores proporciones, se espera que se presenten manifestaciones precursoras que puedan ser detectadas por los sistemas de monitoreo antes de que se desarrolle una actividad altamente explosiva y con la anticipación suficiente para permitir una evacuación.
"Aunque es cierto que la lava no haría gran cosa, debe pensarse en el desastre que provocaría al ecosistema, social, económico y político. Una erupción volcánica opera grandes cambios sobre el paisaje. En el mundo entero, la tierra es un recurso valiosísimo; para el campesino, una erupción de menos de 20 cm de ceniza constituye una bendición, porque está llena de nutrientes que enriquecen el suelo, pero un exceso de este fertilizante gratuito resulta catastrófico.
"Una erupción de baja a mediana intensidad sería suficiente para crear un desastre en el entorno de la región del Popocatépetl: la vegetación sería de las primeras afectadas, la fauna alterada provocaría un desequilibrio ecológico, la agricultura se vería seriamente dañada y las cosechas se perderían de inmediato; hay que tomar en cuenta que muchas familias dependen de la agricultura que se desarrolla en el entorno del volcán."