Las vacaciones son un derecho de todo trabajador, según la ley, a partir de que cumple el primer año en su relación laboral. Con la reforma aprobada recientemente, el periodo inicial es de 12 días, que se incrementan conforme pasan los años en el mismo trabajo.
Pero, ¿qué pasa si el trabajador no disfruta de sus vacaciones? En principio, la ley establece que los periodos vacacionales no son acumulables y deben tomarse en el año que corresponde.
De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), todos los trabajadores tienen derecho a un período anual de vacaciones pagadas.
Es importante considerar que el artículo 81 de la LFT establece un período de seis meses después de cumplir un año de servicio para que las empresas otorguen las vacaciones. Si no se toman en este plazo, el trabajador tiene hasta un año adicional para reclamarlas.
Además, aunque algunas empresas permiten la acumulación de días de vacaciones por política interna, no existe una obligación legal de hacerlo. Por tanto, es importante señalar que las vacaciones tienen un plazo definido para ser tomadas y no pueden acumularse indefinidamente.
Qué pasa con las vacaciones ante la pérdida de empleo
Cuando un trabajador es despedido, tiene derecho al cobro de sus vacaciones o la parte proporcional que le corresponda según los escenarios planteados en la LFT.
Por ejemplo, si un trabajador no pudo tomar sus 12 días de vacaciones en su primer año, tiene derecho a recibir el pago equivalente a esos días.
Por otro lado, la LFT establece que, en caso de despido, los días pendientes de vacaciones deben ser compensados e incluirse en el finiquito. Incluso si el despido ocurre antes de cumplir el primer año de trabajo, el empleado tiene derecho a un pago proporcional al tiempo que prestó sus servicios.