La vida de un policía siempre está en peligro. Si cae en cumplimiento de su deber, ¿qué pasa con su familia?
En México, la ley no solo los protege, sino también a sus beneficiarios.
Según los estatutos, los beneficiarios del policía caído reciben una pensión del 100 por ciento de la remuneración que percibía antes de su deceso.
Además, la familia tiene acceso a los servicios médicos.
Estos se seguirán otorgando a los beneficiarios de los integrantes de las instituciones policiales fallecidos por el tiempo establecido.
También la ley determina que los beneficiarios que cuenten con una pensión por muerte tendrán derecho a la homologación de la pensión con relación a la remuneración que reciben los integrantes de las instituciones policiales de los estados o de los municipios.
La familia beneficiada de los uniformados podrá exigir la pensión y los servicios al día siguiente del fallecimiento del integrante de las instituciones policiales.
De acuerdo con la organización Causa en Común, 13 policías han sido asesinados durante el desempeño de sus funciones en el estado de Puebla en este 2022.
De ellos, 10 pertenecían a corporaciones municipales y tres a la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.
Los municipios con más casos reportados son Chignahuapan y Tepeaca, con dos cada uno.
Seguidos por Tecamachalco, San Matías Tlalancaleca, Acatlán de Osorio, Amozoc, Pantepec, Tehuacán y San Juan Tianguismanalco, con una muerte cada uno.