El 22 de octubre del 2021, durante un cateo realizado a tres ranchos de Antonio Martínez Fuentes, alias “El Toñín”, fueron decomisadas drogas y armas de distintos calibres.

En las propiedades del presunto líder huachicolero se encontraron un rifle AR-15, una subametralladora calibre 9 milímetros, una carabina Winchester, además de una escopeta doble calibre 12, una escopeta recortada calibre 12 y 113 cartuchos útiles.

Además, había una bolsa con cristal y dos paquetes de aproximadamente 150 gramos de marihuana.

La Fiscalía General del Estado (FGE) reveló que el armamento y las drogas que los elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) incautaron al hermano del alcalde de Quecholac siguen a disposición del agente del Ministerio Público.

Aseguró que posteriormente serán llevados a la Fiscalía General de la República (FGR) Delegación Puebla para su registro y de ahí se entregarán al Ejército Mexicano para su destrucción.

Saldo del decomiso

En el periodo de enero a noviembre de 2020, la FGE participó en 200 órdenes de cateo en las que decomisó al crimen organizado 62 armas de fuego de distintos calibres y 13 kilos de distintas drogas.

Ello sin contar lo decomisado por las corporaciones policíacas del estado y municipales.

Cuestionada por sobre lo decomisado en lo que va de 2021, la FGE señaló que aún no cuenta con los datos.

El 3 de septiembre del 2021,dio a conocer que únicamente en la Terminal Central de Autobuses de Pasajeros de la Ciudad de Puebla (CAPU) se aseguraron 1.4 toneladas de drogas.

Por su parte, el Censo Nacional de Seguridad Estatal 2021 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística reveló que en el 2020 se decomisaron 421 armas en Puebla.

En general, el camino que siguen las armas y las drogas que son decomisadas al crimen organizado es el mismo en todos los casos.

El proceso inicia desde que las autoridades hacen el aseguramiento en flagrancia o mediante cateos.

Posteriormente, ponen las armas y narcóticos a disposición de un agente del Ministerio Público, pues sirven como prueba para documentar las carpetas de investigación.

Cuando se realizan la diligencias correspondientes, el representante social se las entrega a la Fiscalía General de la República (FGR) Delegación Puebla.

Esta dependencia se encarga de hacer el registro de las drogas y armas incautadas. En el caso de las armas, el registro permite rastrearlas para saber si han sido empleadas en la comisión de otros delitos e incluso, se puede saber su procedencia y la forma como llegó al estado.

Una vez que se hace ese registro, drogas y armas son entregadas en las instalaciones de la 25 Zona Militar.

En el lugar, los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se encargan de destruir el armamento e incinerar los estupefacientes.

De acuerdo con el artículo 79 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, toda arma que sea asegurada debe ser reportada por las autoridades de cualquier nivel a sus superiores, quienes deberán hacerlo de conocimiento en el Registro Federal de Armas.

De no hacerlo, se le impone una multa de diez días al funcionario responsable y se le inicia un proceso penal por el delito de robo.

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