Es probable que creas que beber alcohol te hará sentir más seguro, a gusto, grande e independiente o simplemente quieras experimentar qué se siente, pensando en que con una copa no pasará nada.
Sin embargo, como niña, niño o adolescente, incluso como adulto, debes estar informado de los efectos y consecuencias por consumir alcohol y cómo puede afectar tu desarrollo físico, emocional y social.
En esta temporada de celebraciones, seguramente familiares, primos, amigos o personas que estás conociendo, alguna vez han bebido alcohol y esto te pone en situaciones de riesgo porque te pueden invitar a que tú también lo hagas para brindar en las posadas, cena de Navidad o Año Nuevo.
Lo primero que debes saber es que el consumo de bebidas alcohólicas en México está permitido únicamente para los mayores de 18 años, porque de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es una droga.
Las drogas son todas las sustancias que al introducirse al organismo pueden modificar una o más de sus funciones y generar dependencia; es decir, que después de un cierto tiempo de consumirlas, el cuerpo las necesita para sentirse bien.
De acuerdo con la guía de la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), cuando bebes alcohol, al principio puede producir alivio de las tensiones, pero este consumo puede aumentarp y volverse un problema con consecuencias físicas, familiares y sociales.
Primero llega al estómago y se absorbe aproximadamente el 20 por ciento.
Después, el intestino absorbe la parte que falta y pasa a la sangre. Si el estómago tiene alimento, entra más lento el alcohol a la sangre.
La sangre con el alcohol es bombeada por el corazón y circula por el cuerpo hasta llegar al
cerebro y a todos los órganos.
El hígado transforma el alcohol y lo convierte en desecho. Si sólo se bebe una copa o se continúa en forma moderada, es decir, una copa por hora, máximo 4 en hombres y 3 en mujeres, las concentraciones de alcohol en la sangre se mantendrán bajas y el hígado hará bien su función.
Los riñones recogen los desechos y los envían a la vejiga para que se eliminen a través de la orina. También se desechan a través del sudor, lágrimas, heces y leche materna.
En la adolescencia, el hígado aún no se ha desarrollado por completo, por lo que su capacidad de transformar una bebida con alcohol es menor a la de un adulto sano.
De manera que el alcohol se queda más tiempo en la sangre y puede ocasionar una intoxicación.
La intoxicación surge después de que una persona consume una cantidad de alcohol mayor a la que su hígado puede transformar, provocando cambios en su cuerpo y en su pensamiento.
El grado de intoxicación depende de cuánto alcohol esté presente en el cuerpo, específicamente en la sangre. Cada persona reacciona diferente, aún cuando dos bebedores tomen la misma cantidad de alcohol, puede ser que el grado de intoxicación varíe.
El grado de intoxicación depende del tipo de alcohol, la rapidez con la que se tome, las características de la bebida, cómo se absorba, la edad, sexo, peso y el estado emocional de la persona.
Ahora que ya estas informado, comparte estos datos con tus amigos y compañeros para que conozcan los efectos del alcohol en el cuerpo.