Una de las vialidades de mayor circulación en la ciudad de Puebla y área conurbada es sin duda el Periférico Ecológico, una obra que tiene más de 25 años de haberse creado.
Los jóvenes de ahora siempre han conocido esta vía como una de las más rápidas para desahogar el tránsito vehicular de la ciudad, pero en la memoria de los adultos mayores está el recuerdo de lo que había antes de que construyeran la obra.
Todo comenzó por allá de 1993, cuando el entonces gobernador Manuel Bartlett tuvo la visión de crear el Programa de Desarrollo Regional Angelópolis, el cual incluía la construcción del Anillo Periférico Ecológico y del Paseo del Río de San Francisco.
Para el Anillo Periférico Ecológico se contemplaron de manera inicial 57 kilómetros de obra vial, pero terminó en 41 kilómetros.
Archivos refieren que se trata de un brazo de la carretera federal 190 México-Amozoc, que permite circundar gran parte de la zona metropolitana de Puebla y forma un arco que se enlaza a la autopista 150D México-Veracruz, por dos entronques, respectivamente en los extremos noroeste y este de la zona urbana, rodeándola por el sur.
Documentos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) refieren que los terrenos sobre los cuales se hizo la construcción del Anillo Periférico Ecológico fueron expropiados por el gobierno del estado de Puebla de acuerdo con la Declaratoria de Utilidad Pública relativa a la construcción tanto del anillo como de sus viales radiales, de la zona conurbada de Puebla.
Lo anterior quedó publicado en el Periódico Oficial del estado de Puebla el martes 12 de abril de 1994.
De igual manera, hubo un decreto publicado el 6 de febrero de 1997 en el Diario Oficial de la Federación por el que se expropió por causa de utilidad pública una superficie de 21-55-09.52 hectáreas de temporal de uso común, de terrenos ejidales del poblado de San Salvador Chachapa, perteneciente al municipio de Amozoc de Mota.
El 23 de abril de 1999 se publicó el decreto por el que se expropia por causa de utilidad pública una superficie de 14-78-28 hectáreas de temporal y agostadero de uso común de terrenos de la colonia Chapultepec, del municipio de Puebla.
También hubo desmonte y despalme de terrenos forestales sin autorización de Semarnat y para ello se propuso un proyecto de restauración en el Parque Estatal Flor del Bosque, comprendiendo una superficie de 5 hectáreas en condiciones de poca o nula presencia de vegetación y con indicios de erosión de suelo.
De acuerdo con notas periodísticas de esa época, las empresas constructoras encargadas de la obra compraron a los propietarios de las tierras parte de sus predios.
Además, hubo quienes se apropiaron de predios para después venderlos de manera ilegal, mientras que otros compraron a un costo por abajo del mercado y posteriormente lo revendieron multiplicando su inversión, ya sea para la edificación de viviendas y/o espacios comerciales.
La inauguración de la primera parte del Anillo Periférico Ecológico se hizo en 1997, pero conforme se fue desarrollando también fue cambiando su diseño original, pues la intención era plantar árboles en toda la periferia en conjunto con la obra, algo que no ocurrió.
Comprendía inicialmente el trayecto oeste y sur, de la autopista 150D a la altura de San Francisco Ocotlán hasta la avenida José María Lafragua-Prolongación 24 Sur.
Sucesivas ampliaciones fueron extendiéndolo hacia el oriente, primero hasta el Boulevard Valsequillo, después hasta la carretera federal 150 (Puebla-Antón Lizardo) y finalmente hasta entroncar nuevamente con la autopista 150D, a la altura de Chachapa.
En el documento del gobierno del estado de 2005 a 2011, se señala que “inevitablemente generará afectaciones no severas, encontrándose estas dentro de la capacidad de recuperación del propio sistema ambiental, perturbaciones temporales relacionadas principalmente con cualquier proceso constructivo, mientras que de forma permanente se dará un cambio a la topografía, en el drenaje y en el uso del suelo, todos referenciados a los límites del derecho de vía requerido para la vía terrestre”.
Actualmente, la vialidad cuenta con tres carriles de 3.50 metros de ancho en cada sentido y un acotamiento al lado derecho de 3.00 metros de ancho, lo que permite una velocidad de 100 kilómetros por hora.
Incluyeron cuatro viaductos a base de infraestructura, subestructura, superestructura, accesos, terracerías, obras de drenaje, pavimento de concreto asfáltico, obras complementarias y señalamiento.
De acuerdo con datos del gobierno del estado, con esta obra se beneficia de manera directa a más de un millón 616 mil 925 habitantes de los municipios conurbados de Santa María Coronango, San Juan Cuautlancingo, San Pedro Cholula, San Andrés Cholula, Tlaxcalancingo, Puebla y Amozoc.