El calendario litúrgico de la iglesia católica marca que después de los días Jueves, Viernes y Sábado Santos, llega el Domingo de Resurrección, día para celebrar el milagro de Jesús al vencer a la muerte.
En muchas parroquias se preparan una noche anterior con la celebración eucarística muy solemne en la que se enciende el Cirio Pascual, el cual permanecerá 50 días sin apagarse.
La luz de este cirio debe ser llevada a cada una de las casas de los creyentes, donde permanecerá para iluminar y proteger el hogar y a sus integrantes de todo peligro.
Hay feligreses que también acostumbran llevar a sus moradas agua bendita, para emplear cuando una persona está enferma o para santiguarse.
Conforme al portal católico Desde la Fe, este Domingo de Resurrección se recuerda el regreso a la vida del Hijo de Dios y su asunción a los cielos y de esta manera se cierra con el Triduo Pascual.
Desde el primer minuto del Domingo de Resurrección, el cual no tiene una fecha precisa cada año, sino que puede variar, se viven las fiestas de Pascua.
Como toda fiesta, la alegría debe imperar en todas las personas, con sus amigos, familias, vecinos y con todo prójimo.
Hay quienes acuden a misa vestidos de manera especial, quitándose el luto y con colores claros para reflejar la luz de un Cristo resucitado.
Otros más acuden a un desayuno, comida o cena a un sitio muy especial o preparan un menú de fiesta, distinto a lo cotidiano, para compartir en casa.
También hay quienes organizan en casa el juego de esconder huevos de pascual para que desde los niños hasta adultos participen buscándolos.
Si no tienes interés en esconder estos artículos, los cuales también pueden ser pintados por cada uno de los miembros de la familia, puedes optar por regalar chocolates.
Como un día de asueto, puedes disfrutarlo viendo películas en casa, caminar en algún parque o disfrutar muy relajado en el sitio que elegiste para pasar las fiestas de Pascua, ya sea la playa, algún Pueblo Mágico o una hermosa ciudad patrimonio como lo es Puebla.