La tarde del viernes 24 de mayo de 2024, los habitantes en Puebla fueron sorprendidos por una intensa lluvia que estuvo acompañada de caída de granizo y fuertes vientos, por lo que en cuestión de minutos la ciudad quedó bajo hielo.
En poco tiempo, colonias como Francisco I. Madero, La Paz, Aquiles Serdán, Santiago y otras zonas de la ciudad reportaron daños materiales por la caída de árboles, anuncios espectaculares, inundaciones, colapso de plafones, techos de lámina volados, entre otros daños.
Este fenómeno natural por fortuna no dejó heridos, pero hubo personas que en pocos minutos perdieron su patrimonio y la temporada de lluvias apenas comienza.
De acuerdo con José Martín Cortés, especialista en Ciencias Atmosféricas, lo ocurrido en Puebla no fue una lluvia atípica ni mucho menos una tormenta, se trató de un fenómeno climático conocido como downburst.
En la página Meteorología México explicó que por las condiciones en las que llovió la tarde del viernes en la ciudad de Puebla, corresponde a un downburst, el cual consiste en una corriente que desciende desde la nube a gran velocidad, trayendo abundante granizo y viento que puede superar los 80 kilómetros por hora.
El calor y aire seco en los alrededores de la nube favorecen las condiciones para que se logre este fenómeno, que en España también se le conoce como Reventón.
En su explicación, añadió que estas tormentas son muy típicas desde finales de marzo hasta mayo, eventualmente se generan entre julio-agosto.
Un downburst es uno de los fenómenos meteorológicos más repentinos y violentos, asociados a fuertes corrientes descendientes de tormentas que, al chocar contra el suelo, se extienden horizontalmente, de ahí que Puebla haya quedado bajo hielo.
Dependiendo el diámetro en que se extienden efectos se le llama Microburst (menor a 4 kilómetros) y Macroburst (mayor a 4 kilómetros). “Por tanto, este evento en Puebla puede ser Microburst”, posteó en sus redes sociales.
Además, lo downburst pueden durar entre 5 y 20 minutos, tiempo suficiente para causar numerosas incidencias y destrozos en la ciudad.
Los mecanismos de formación de tornados y de los downburst son diferentes entre sí. Aunque las rachas puedan ser de similar intensidad, los daños provocados por un tornado son más localizados, siguiendo la trayectoria del mismo, mientras que los downburst provocan daños más generales y radiales respecto al punto de impacto de la corriente de aire descendiente.
De acuerdo con los pronósticos de José Martín Cortés, este fenómeno podría repetirse durante el temporal de lluvias, las cuales abundarán en junio, especialmente en la segunda quincena con lluvias abundante y posibles ciclones.
En sus proyecciones refirió que en junio habrá lluvias en la mayor parte del país, principalmente en la primera quincena, pero sería menor a lo que normalmente cae.
Agregó que bajo condiciones de días calurosos y con una tropósfera inestable como la de junio, las lluvias/tormentas que se generen pueden ser localmente fuertes a severas con granizo de tamaño variable, ráfagas de viento mayores a 45 kilómetros por hora, sin descartar downburst y hasta tornados.
“Es importante ya tener un plan de emergencia para saber cómo actuar en este muy probable verano lluvioso y comenzar a realizar durante estos próximos días las medidas preventivas”, recomendó.