El Fondo de Pensiones para el Bienestar, que comenzó a operar el 1 de julio de 2024, busca que los trabajadores puedan jubilarse con su sueldo completo, funcionando como un complemento. Inició con una bolsa de 44 mil 894 millones de pesos.
El objetivo es otorgar una tasa de reemplazo del 100 por ciento a los trabajadores que entraron a la formalidad a partir de 1997, con un tope de 17 mil pesos mensuales.
De acuerdo con la directora general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Bertha Luján, las y los trabajadores que estén en proceso de obtener su pensión no tendrán que realizar algún trámite adicional para recibir el complemento; solo bastará con hacer el proceso ordinario.
Esta dinámica aplicará tanto para trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como al ISSSTE, quienes al realizar el trámite serán notificados si son o no beneficiarios del complemento del Fondo de Pensiones para el Bienestar.
Un elemento fundamental es que únicamente serán elegibles para recibir dicho complemento los trabajadores que se retiren a la edad de 65 años, que coticen en el sistema Afore (es decir, desde julio de 1997 en el caso del IMSS y desde abril de 2007 en el caso del ISSSTE), y cuya pensión no rebase el tope anteriormente mencionado.
El fondo, que fue aprobado por el Congreso de la Unión en abril de 2024, causó polémica debido a que el 59 por ciento de los recursos iniciales, 24 mil 238.5 millones de pesos, proviene de cuentas no reclamadas de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
De manera complementaria, el fondo se financiará con recursos incautados al crimen organizado o a políticos corruptos por el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado (Indep), la liquidación del ente público Financiera Rural y adeudos de entes públicos al Servicio de Administración Tributaria (SAT).