Desde la era prehispánica, el copal ha estado presente en la cultura del país. Se considera que su aroma purifica el ambiente y aleja los malos espíritus. Además, muchas personas lo asocian como un elemento de agradecimiento u ofrenda en rituales de Semana Santa y Día de Muertos.
El olor agradable se desprende al quemar la resina, que se obtiene de la bursera copallifera, comúnmente llamada copal. El árbol, que mide desde cuatro hasta 30 metros, crece en tierra caliente en estados como Michoacán, Oaxaca y Chiapas.
Para extraer el copal, en general se realizan cortes en los árboles de unos 15 cm de diámetro en forma de “V” y se recolecta la resina que arroja.
Un dato importante es que, al año siguiente, se elige otra área para dejar recuperar la primera. De esa forma, la vida útil del árbol es de 15 a 20 años. La resina se extrae solo tres meses al año.
Teotlalco es uno de los municipios poblanos donde se procesa y obtiene el copal. De hecho, durante el mes de octubre, las familias de la localidad se enfocan en la venta de copal para la temporada de Todos Santos 2024.
En la Mixteca poblana, Teotlalco es uno de los principales vendedores de copal. Sus habitantes saben que, en esos días, el copal se vende muy bien debido a que es usado para las ofrendas y durante la visita a los panteones.
En Teotlalco, la extracción de copal se realiza de manera artesanal. Las familias suben a los cerros para sacar el copal del tallo con las manos, a fin de evitar que se seque o muera el árbol.