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​#PueblaYork. Pedro Torres retrata la vida de poblanos en la Gran Manzana

Este fotógrafo estadounidense de origen mexicano difunde en Instagram la influencia de Puebla en Nueva York

Foto: Especial
13/06/2021 |15:59Angeles Bretón |
Angeles Bretón
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Pedro Torres es un arquitecto y fotógrafo que nació en Brooklyn, Nueva York, pero lleva sangre de poblanos en las venas y se dice orgulloso de sus orígenes. Por ello es que creó una cuenta en Instagram donde plasma la vida y la influencia de Puebla en la Gran Manzana.

Temas como la Batalla de Puebla, grafitis, autos, edificios y negocios forman parte de su acervo, así como también la prosperidad y la crisis que viven los connacionales.

​#PueblaYork. Pedro Torres retrata la vida de poblanos en la Gran Manzana

Ha retratado el cierre de negocios como el restaurante Puebla de los Ángeles que fue famoso muchos años y que desde hace tres años permanece cerrado por la elevada renta del local. También tiene fotos de la central de taxis Puebla que circula por toda la ciudad.

Y ahora, en medio de la pandemia provocada por el Covid-19, ha sido testigo de los latinos que, debido a la crisis, han recurrido al apoyo que dan algunas asociaciones mediante la entrega de despensas.

“Me identifico como un poblano, un mexicano, a pesar de haber nacido en Nueva York y me gustaría hacer un documental sobre su cultura, y qué mejor que plasmar lo que da identidad a los poblanos”, dijo a El Universal Puebla.

Su madre es de Acatlán de Osorio y su padre de Izúcar de Matamoros. Ambos desde hace muchos años dejaron México para cumplir su sueño americano, pero a través de ellos Pedro Torres conoció la riqueza cultural mexicana y hoy busca transmitirla con sus imágenes.

​#PueblaYork. Pedro Torres retrata la vida de poblanos en la Gran Manzana

Argumentó que siempre le ha gustado el arte, por eso decidió estudiar arquitectura. Su trabajo a veces lo lleva a estar en las alturas, observando grandes escenarios, eso es lo que le gusta y se siente privilegiado al disfrutar de esos espacios.

Esa pasión por el arte, aunado a que en el barrio donde habita es común la presencia de poblanos, lo motivó a fusionar la fotografía con la vida cotidiana de la comunidad mexicana.

“La Quinta Avenida es una de las más transitadas en Brooklyn y se pueden ver varios locales o negocios con los nombres de los lugares de origen de los poblanos, como La Flor de Izúcar, Almacén Chinantla, y otras tiendas. Les gusta poner los nombres de donde son, como Cholula, Puebla, Atlixco y muchos más”, dijo.

Los migrantes no solo gustan de resaltar sus lugares de origen, también de íconos como la Virgen de Guadalupe, Vicente Fernández, Benito Juárez, Pancho Villa, Emiliano Zapata, entre otros que ha visto en ciudades como Nueva York, Chicago e Illinois, y que comparte en su sitio pueblayork_ photography.

“Eso es lo que retrato y que me gusta mostrar a la gente, ya sea la que está en Estados Unidos o de donde sea que conozcan mis redes sociales”, recalcó Pedro.

Abundó que hay una generación de padres mexicanos que hicieron muchos sacrificios por sacar adelante a sus hijos y darles oportunidades que ellos no tuvieron.

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En su caso, reconoce que sus padres le dieron la oportunidad de estudiar la universidad, donde se graduó como arquitecto y ahora ejerce en Manhattan.

“Pienso que hay oportunidades donde sea… incluso en México”, mencionó.

Pedro Torres ha podido conocer la tierra de sus padres, donde disfruta de ir a los mercados municipales, contemplar los paisajes y la naturaleza, y degustar platillos como el mole rojo de la región de Izúcar.

Su plan ahora es demostrar a la comunidad latina en Nueva York que se puede triunfar.

“Me gustaría tomar fotos y entrevistar a alguien que tenga un negocio y demostrar a la gente que no se tiene que ser solo un trabajador, sino un emprendedor, jefe, contratista e innovador. Tratar de ayudar a tu gente o a cualquier otra persona y darle oportunidades”, acotó.

Esta idea le llevará algo de tiempo, ya que en Nueva York los restaurantes apenas abrieron al público hace un mes, después de más de un año que permanecieron cerrados debido al Covid-19.

La pandemia fue algo que también le impactó, pues en esta metrópoli conocida mundialmente por ser la ciudad que nunca duerme, estuvo vacía y sin movimiento durante varios meses.

“Había ocasiones que yo salía y no veía nada de movimiento y eso es algo único que ojalá no se vuelva a repetir, porque muchos migrantes la pasaron muy mal”, expresó.