Con una superficie sembrada que este año abarcó más de mil 557 hectáreas, Puebla ocupa el primer lugar en producción de flores de cempasúchil en el país, la tradicional flor que en ocasión del Día de Muertos decora los altares y tumbas.
Ese año, la superficie sembrada en la entidad fue de 929 hectáreas en condiciones de temporal y 628 hectáreas en condiciones de riego.
Por las hectáreas sembradas en sus respectivos territorios, los estados que siguen a Puebla son: Tlaxcala (118 hectáreas), Hidalgo (111), San Luis Potosí (79), Guerrero (69), Oaxaca (43), Morelos (32), Durango (18) y Sonora (dos hectáreas).
La expectativa de producción nacional es de 20 mil 245 toneladas de flor de muerto, concentrada en nueve entidades federativas.
De acuerdo con la autoridad estatal, la producción de flores de cempasúchil se concentra en 45 municipios.
Entre los municipios productores destacan, por el número de hectáreas sembradas: Atlixco (331), Palmar de Bravo (126), Tianguismanalco (129), Santa Isabel Cholula (76), Huejotzingo (65), San Jerónimo Tecuanipan (65), Huaquechula (57), San Pedro Cholula (57) y Quecholac (48).
La flor de cempasúchil es originaria de México, su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “ varias flores”.
Nuestros antepasados relacionaban el color amarillo de la flor de cempasúchil con el sol y la luz, razón por la que la utilizaban en las ofrendas dedicadas en honor a sus muertos.
La tradición marca hacer senderos con las flores de cempasúchil, desde el camino principal hasta el altar de la casa con la finalidad de guiar a las almas hacia los altares.
La flor de cempasúchil era considerada por los mexicas como un símbolo de vida y muerte.