En distintas tiendas o centros comerciales de México se pueden adquirir productos de origen chino como lápices, libretas, mochilas, ropa, zapatos, juguetes, alcancías, peluches y hasta esencias.

Para los consumidores, es una manera de estar a la moda sin tener que hacer grandes inversiones, aún cuando conocen que la mercancía adquirida les durará poco tiempo, pues la calidad no es la misma en comparación con la mexicana.

Sin embargo, también se vuelve cada vez más común encontrar en tianguis y mercados municipales productos que son copias chinas, pero que pocos pueden distinguir a simple vista. Incluso les llaman clones por lo bien elaboradas que están las imitaciones.

Los productos poblanos no se salvan de ser copiados por los asiáticos, quienes desde hace años han representado una competencia desleal para el estado.


Chile Poblano

Uno de los primeros productos que copiaron y que los campesinos alertaron a los consumidores fue la producción del chile poblano.

Incluso, amas de casa y cocineros reportaron que el sabor era menos picante, brillaba más, era un poco más duro para cocinar y el cuerpo tenía menos imperfecciones.

Los productores también señalaron que el chile chino tiene un color verde menos intenso que el original y el largo es superior a los 10 centímetros, cuando el chile poblano original no es tan grande.

Se estima que en Puebla hay más de 600 hectáreas para la producción del chile poblano, actualmente muy demandado para la elaboración del platillo de temporada de chiles en nogada.

Foto: Justo
Foto: Justo


Nopal

Esta cactácea que incluso aparece en el escudo de la bandera, es de los productos más mexicanos que puede haber.

En Puebla se produce el nopal tuna y el nopal verdura, principalmente en la región de Acatzingo, Atlixco, Felipe Ángeles, San Andrés Cholula, Caltepec, Nopalucan, Molcaxac, Quecholac y Zautla, entre otros.

Los chinos también lograron copiar el cultivo de esta cactácea, principalmente por medio de invernaderos, pero su producción la destinan a otros fines.

A diferencia de los mexicanos, quienes consumen el nopal en distintos platillos y hasta en jugos, los chinos copiaron el nopal para la industria de cosméticos y estética.

El nopal chino casi no tiene espinas, las pencas son pequeñas, el color verde es más pálido y la viscosidad también es menos densa.

Foto: Justo
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Jamaica

Otro producto que se da en suelo poblano es la flor de jamaica y para ello se cuenta con más de 450 hectáreas de cultivo, principalmente en los municipios de Chiautla de Tapia, Ixcamilpa de Guerrero, Xicotlán, Chinantla, Tlapanalá, Huehuetlán El Chico, Chila de la Sal, Piaxtla y Teotlalco, entre otros municipios.

La jamaica que se produce en Puebla es una flor grande, de rojo intenso y de la cual puede extraerse suficiente esencia para preparar agua de sabor, infusiones, tintas naturales y guisos. Además, puede reutilizarse en más de una ocasión.

Eso no puede hacerse con la jamaica que es una copia china, la cual se puede distinguir porque el tamaño es más pequeño y su color se deslava en la primera vez que se tiene contacto con el agua.

La jamaica original no reduce su tamaño cuando hierve en el agua, pero la china sí y su sabor no es tan intenso ni ácido como la original.

Foto: Justo
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Talavera

Otro de los productos que distinguen a Puebla es su artesanía conocida como talavera, misma que a pesar de contar con la denominación de origen, junto con algunos municipios de Tlaxcala, ha sido copiada por los chinos.

Las piezas de talavera que salen de los talleres de artesanos en Puebla se llega distinguir por sus diseños, trazos y las firmas de la casa que colocan en la parte inferior de cada pieza.

Las imitaciones chinas también han copiado los colores tradicionales de la talavera, como el blanco y azul cobalto, pero se pueden distinguir por el brillo que utilizan para el acabado final de las piezas, además de que al momento de compararlas podrás darte cuenta que fueron hechas en serie, mientras que las piezas originales, cada una es distinta de la otra.

Las piezas de talavera china las puedes encontrar en los supermercados, tiendas de autoservicio, tianguis y aparadores de distintos comercios o en plataformas de ventas en línea.

Los productos poblanos no son los únicos que han llamado la atención de los chinos para poder copiarlos. También han replicado la producción de chile jalapeño y chile de árbol, así como las imágenes de la Virgen de Guadalupe, marcas de cervezas, de tequila, guitarras de Paracho, Michoacán; sarapes, banderas y hasta el logo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Esta práctica ha afectado tanto a artesanos como a textileros, a pequeños y mediados empresarios y hasta a grandes productores.

Foto: etsy.com
Foto: etsy.com


¿Por qué los chinos copian los productos?

Una versión del por qué los chinos copian todo lo que ven en distintos países es que esta tendencia tuvo su origen en la década de 1980, cuando el gobierno chino decidió abrir su economía a otros mercados.

En esta tendencia se dio una especie de fiebre de bonanzas con las ventas, pero los chinos no tenían recursos para innovar y optaron por copiar los productos que llegaban de otras naciones.

Así que les resultó más barato copiar lo que hacían otros países en lugar de destinar dinero a la investigación y desarrollo, tendencia que continuó por muchos años más, hasta la fecha.

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