A que no sabías. Todos les decimos sirenas a las torretas de los cuerpos de emergencias, pero sabes por qué se llaman así y cuándo surgieron.
Como diría Silvia Pinal, acompáñennos a leer esta bonita historia.
En la Edad Media, estos dispositivos eran utilizados para alertar a la población de cualquier eventualidad.
Cuando fueron creadas, estaban hechas de cuerdas que a su vez accionaban una campana.
Estas sirenas eran colocadas en lugares estratégicos, como campos de siembra, las cuales se activaban cuando las cuerdas se rompían por un incendio.
En el Siglo XIX, las sirenas fueron modificadas con un sonido ruidoso y molesto.
En ese entonces, también eran empleadas como método de advertencia para las personas.
El objetivo era que la gente se pusiera alerta y de inmediato brindará el auxilio correspondiente.
Tras la Guerra, las sirenas pasaron de ser individuales a masivas para alertar a más habitantes.
Estos dispositivos ya funcionaban de manera mecánica mediante tubos neumáticos con dos discos en su interior, uno de ellos giratorio.
El sonido característico, como el que ahora conocemos, era producido por el movimiento del disco móvil generado por el flujo de aire del disco fijo.
Con el paso del tiempo hasta nuestros días, los sonidos son producidos mediante generadores de tonos electrónicos y amplificados por medio de bocinas.
El nombre de sirenas se lo dio el físico francés Charles Cagniard de la Tour, porque, según la historia, decía que era similar al canto de las sierras de la mitología griega.
Es por eso que, ahora, todos llamamos así a las torretas de los servicios de emergencias que traen en la parte posterior del toldo de sus unidades.