Puebla es uno de los estados de México que es conocido por su historia, arquitectura y gastronomía. Con el paso de los años, ha sido nombrado de distintas maneras: Puebla de los ángeles, la Angelópolis, pipopelandia y tierra del mole, de los chiles en nogada y del camote, pero sobre este último, ¿es cierto que abunda el camote en Puebla? Y ¿por qué es el dulce típico de la región? A continuación aclararemos todas esas dudas.
De acuerdo con Larousse Cocina, los camotes, también son conocidos como batata o boniato, son tubérculos comestibles de la familia convolvulaceae y son originarios de América del Sur.
En México el camote ha sido cultivado desde los tiempos ancestrales y en la actualidad se producen diferentes variedades de camote, como por ejemplo: los blancos, amarillos, naranjas, rosas y morados.
Según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, entre todas las variedades de camote, se siembran en promedio 3,000 hectáreas y se cosechan alrededor de 50,000 toneladas en todo el territorio mexicano.
Este tubérculo solo se produce en 20 estados, y aunque parezca increíble, Puebla NO figura como el principal estado productor a nivel nacional de camote, pese a ser conocido por la elaboración del dulce típico, se coloca en el cuarto lugar con 362 hectáreas.
En este mismo sentido, Michoacán es quien ocupa el primer lugar a nivel nacional en superficie cosechada con 1643 hectáreas, seguido por los estados de Veracruz y Guanajuato.
En Puebla, el camote es conocido más como un dulce típico que como una hortaliza. En la capital poblana se pueden encontrar diferentes locales o puestos donde se venden los camotes, especialmente en la calle de Santa Clara o de los dulces, cuya característica principal es su empaque de cartón, mismo que contiene entre 10 a 12 piezas de camotes de diferentes sabores como piña, guayaba, coco, fresa o limón.
Este dulce típico tiene un sinfín de leyendas conforme a su creación, pero la que más circula en redes y es conocida por todos los poblanos es la que cuenta que en un convento, uno de los niños decidió hacerle una broma a una monja que tenía una olla al fuego; cogió un camote, lo echó a la olla, lo revolvió con azúcar y lo batió para que se formara una masa que fuera difícil de quitar a la hora de lavarla. Al rato llegó la monja, probó la revoltura y le gustó. Y ahí nació el camote como dulce típico de Puebla.
Sea cual sea la versión, las monjas preparaban estos dulces para deleitar tanto a obispos como a fieles, e incluso la realeza novohispana adoraba ese sabor.
Fue tanta la fama de este dulce que hasta se convirtió en el símbolo de todos los poblanos, incluso el equipo de fútbol del Puebla F.C. tenía a un camote como mascota.
Larousse Cocina menciona que la pulpa del camote se cocina con almíbar, hasta que espese, también se le puede añadir un poco de piña para que su sabor sea más dulce.
Una vez que la masa se enfría, se moldea con las manos, posteriormente se deja orear y asolear durante al menos un día. Luego se baña con almíbar, la cual crea una especie de costra de color blanca. Posteriormente, se le pone colorante y sabor artificial y se envuelve en papel encerado para colocarlo en la tradicional caja de cartón.
Puebla es uno de los estados de México que es conocido por su historia, arquitectura y gastronomía. Con el paso de los años, ha sido nombrado de distintas maneras: Puebla de los ángeles, la Angelópolis, pipopelandia y tierra del mole, de los chiles en nogada y del camote, pero sobre este último, ¿es cierto que abunda el camote en Puebla? Y ¿por qué es el dulce típico de la región? A continuación aclararemos todas esas dudas.