Hay un día al año en el que en la Casa Blanca -vivienda y lugar de trabajo del presidente de Estados Unidos-, se come rico, hay mucho color y fiesta: el 5 de mayo.

Papel picado en sus pasillos, música mexicana, muestras de danza típica, exposiciones de arte y menús especiales, son parte de las características que han tenido las celebraciones con las que hacen honor a Puebla.

Tan sólo en el acto de conmemoración de 2022, cuando se cumplieron 160 años de la defensa a cargo del General Ignacio Zaragoza, la entidad estuvo hasta en el discurso de la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden.

La maestra de inglés en una escuela comunitaria de Virginia recordó que la Batalla de Puebla duró solo un día y que aunque no fue una victoria estratégica para derrotar por completo al ejército de Napoleón Bonaparte, sí fue un ejemplo para el mundo.

"Mostró la determinación y la columna vertebral del pueblo mexicano. Inspiró a otras ciudades a creer que ellas también podían hacer frente a las adversidades y las reverberaciones de esa batalla viajaron al norte de los Estados Unidos", dijo.

Para Jill Biden, la gesta histórica de Puebla recuerda tambíen que los hilos de la historia y patrimonio entre México y Estados Unidos están entrelazados, pues ambos se inspiran y moldean el uno al otro.

En la conmemoración del año pasado resaltó también la presencia de tres mujeres poblanas como invitadas especiales.

Una de ellas fue la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller; otra fue la titular de la Secretaría de Economía, Olivia Salomón Vivaldo y también la presidenta municipal de Hueyapan, Pascasia Cecilia Jaime Lino.

Así que esta fecha de la historia de Puebla representa una parte de la lucha de los pueblos latinos en la sede del gobierno de la Unión Americana. 

Festejar la fecha acerca al gobierno estadounidense con la comunidad de migrantes mexicanos que radican en ese país, de ahí su importancia.

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