Para los poblanos de los años 90 era común ver circular en las calles de la ciudad de Puebla a cientos de taxis negros con amarillo. Bastaba salir de casa o del trabajo para solo levantar la mano y detener una unidad, lo que actualmente ya no es posible porque escasean, por lo que los usuarios se preguntan si acaso van a desaparecer.
Entre conocidos hay historias de algún familiar que en los años 80 y 90 del siglo pasado se dedicaron a manejar un taxi negro con amarillo y les fue muy bien económicamente.
Sin embargo, desde el 2018 se volvió tendencia el uso de servicio de transporte ejecutivo en taxis de plataforma, siendo Uber la primera en incursionar en el mercado poblano, después llegó DiDi, Cabify, Blablacar, entre otros.
Algunos portales especializados en transporte refieren que hasta el 2022 se tenían cuantificadas cerca de 27 mil vehículos particulares que ofrecen el servicio de transporte, mientras que los taxis negros con amarillo apenas llegaban a las 10 mil 800 unidades.
Probablemente por esa razón ya no es tan común encontrar taxis negros en las calles de Puebla, mucho menos las bases de sitio que era común observar en algunas esquinas o avenidas principales de la ciudad.
A este factor se suman los permisos y licencias que los taxis convenciones deben pagar al gobierno para poder desempeñar su trabajo, así como cursos, pase de revista y demás, de los cuales están exentas las unidades que ofrecen el mismo servicio por plataforma.
Los poblanos, principalmente jóvenes, prefieren pedir un Uber o un DiDi y las generaciones anterior también usan cada vez más la aplicación por la comodidad que ofrecen.
También usan los taxis ejecutivos porque la tarifa es más baja en comparación con las cuotas de taxis negros. Aunado a características como limpieza, servicio y calidad que ofrecen las unidades de plataforma, en comparación con los taxis convencionales que suelen estar viejos y sucios.
Los taxis negros también podrían estar disminuyendo su presencia porque antes era negocio para los propietarios de las placas, ya que recibían una mensualidad, pero hoy ya son imposibles de adquirir.
Además, en cuestión de seguridad, tanto para los conductores como para los usuarios, les resultan más confiable abordar una unidad de plataforma que un taxi en la calle.
De igual manera existen taxis piratas con número de placas, folio y concesión que están sobrepuestas, lo que genera desconfianza entre los usuarios.
De acuerdo a la Real Academia Española, la palabra taxi es una contracción de taxímetro, que a su vez se deriva del griego que significa tasa y del griego que equivale a medida.
Es una palabra universal que identifica a los automóviles que se dedican a dar servicio de transporte dentro de las ciudades sin una ruta determinada.
Pero datos históricos señalan que proviene de un apellido alemán de Franz Von Taxis, quien creó el concepto cuando abrió la primera línea de coches para el transporte de correo entre Holanda y Francia, en el año de 1490.
En ese entonces monopolizó el servicio y después lo ofreció para el transporte de personas, lo cual replicó en España e Italia.
Las unidades eran negras, pero el color amarillo se le agregó en la ciudad de Nueva York, pues era un color fácil de distinguir entre la masa de automóviles. De ahí se quedó la combinación de negro con amarillo.