Uno de los temas con los que se relaciona a Puebla es el de la delincuencia de la zona conocida como el Triángulo Rojo.
Se trata de un grupo de municipios que conforman Acajete ,Tepeaca, Acatzingo, Tecamachalco, Quecholac, Palmar de Bravo y los límites con Huixcolotla.
Adquirió ese nombre por la forma que toman esos puntos del estado en conjunto y por la delincuencia que se ha desatado en torno al robo de hidrocarburos que está a la alza desde 2014.
Aunque la principal actividad delictiva de esta zona de Puebla está relacionada con el robo en ductos que pasan por ahí, ha impactado a otros delitos.
Por ejemplo, el robo de trenes, vehículos y del fuero común muestran cifras altas en esos municipios.
El impacto de la delincuencia en el Triángulo Rojo ha sido incluso estudiado y analizado por asociaciones de autotransporte y de aseguradoras.
En 2021, Seguros Marítimos y de Carga para Latinoamérica y empresas del giro como AIG reportaron que la zona de Puebla fue una de las más afectadas por los asaltos a transportistas.
Un año antes, reportó que el estado fue uno de los que registró más robos a transportistas con el 13 por ciento de los casos registrados en carpetas de investigación.
En Veracruz se registró el 11 por ciento, en Guanajuato un ocho por ciento, en Jalisco un seis y en Hidalgo y Nuevo León un cinco por ciento, respectivamente.
Esa zona del estado también ha sido considerada por especialistas debido a los altos riesgos de la desaparición de personas.
Así se señala por ejemplo en el Informe sobre la Situación de la Desaparición de Personas en Puebla publicado en 2021 por la Universidad Iberoamericana Puebla.
En un recuento sobre el problema social exponen que aunque el mayor incremento de desapariciones se observó desde 2010, fue en Tepeaca, en el 2015, cuando se registraron altas incidencias.
El informe expone que ese año en el Triángulo Rojo se reportó una tasa de 123 personas desaparecidas por cada 100 mil habitantes.
Los académicos destacaron que esta cifra fue similar a la registrada en Reynosa, Tamaulipas y que a pesar de ello, todavía no se reconocía la desaparición de personas como un problema serio.