Carpetas de investigación de la Fiscalía General del Estado de Puebla refieren que en el 2021 se tuvo un registro total de mil 461 personas desaparecidas y no localizadas, cifra que no se ha detenido ni reducido.
Para el siguiente año, el estudio “Personas desaparecidas en el estado de Puebla 2022”, que presentó el Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (Igavim), reveló que dicho año cerró con un total de mil 712 personas desaparecidas en el estado.
Para el 2023, en datos de incidencia delictiva que contabiliza la FGE de Puebla refiere que de enero a noviembre sumaron en total 1 mil 620 personas con reporte de desaparecidas y no localizadas.
Mayo fue el mes con el mayor número de reportes al registrar 162 casos y febrero con el menor número, al apuntar 119 casos.
En enero se tuvo el registro de 142 desaparecidos; febrero con 119; marzo con 161; abril con 137; mayo con 162, junio y julio con 159 casos en cada mes; agosto con 140; septiembre con 146; octubre con 143 y noviembre con 152, de diciembre aún no hay un registro.
Para María Luisa Núñez Barojas, fundadora del colectivo Voz de los Desaparecidos, el municipio de Amozoc, limítrofe con la ciudad de Puebla por el lado oriente, ya es un foco rojo en este tipo de delito.
Incluso, refirió que el presidente municipal de Amozoc, Mario de la Rosa Romero, debe estar alerta de la situación que ocurre en su demarcación, donde además de la desaparición de personas, también se han conocido casos de narcomenudeo y delincuencia organizada, donde poco o nada hacen los elementos de la policía municipal.
La activista, durante una entrevista en el zócalo de Puebla, a donde acudió a retirar el Árbol de la Esperanza, formado con fotografías de personas no localizadas, hizo un llamado al gobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina para que a su vez exija al edil de Amozoc que atienda los casos de personas desaparecidas y ya no se den más este tipo de reportes.
Citó el caso más reciente que tuvo lugar el pasado 28 de diciembre, donde la víctima es un joven de 27 años de edad, identificado como Guillermo Raúl López Escobedo, quien salió de su casa en la colonia Bosques de Manzanilla para ver a su amigo Ulises en Amozoc, y desde entonces no se sabe de su paradero.
Versiones de la familia López Escobedo precisan que el joven acudió a casa de su amigo Ulises, en la colonia Ladrillera Ecatepec en Chachapa, junta auxiliar de Amozoc, para vender una laptop que ya habían negociado.
El joven todavía logró comunicarse con su novia, a las 20:30 horas del 28 de diciembre, para avisarle que una vez que le entregaran el dinero por la venta, se iría a casa, pero 16 minutos después ya no respondió las llamadas al celular ni los mensajes de WhatsApp.
Raúl López acudió a Amozoc a bordo de una motocicleta Italika, modelo 250 Z color negro con matrícula 41THR6, de la cual tampoco ha sido localizada.
Para el colectivo Voz de los Desaparecidos, este caso tiene similitud con el de Aarón Bravo Suárez, un joven de 22 años de edad, que en octubre del 2020 acudió a Amozoc para entregar una recámara que vendió por medio de las redes sociales.
Aarón fue acompañado por su vecino Emanuel, a bordo de un automóvil Pointer, color azul. La declaración de su esposa Yazmín mencionó que se dedicaban a la fabricación de muebles en el fraccionamiento Misiones de San Francisco y por medio de redes sociales lograron vender una recámara, pero debía entregarla en Amozoc.
Aarón acudió al municipio, pero logró comunicarse con su esposa para decirle que no encontraba la dirección de la entrega, por lo que seguiría buscando.
Ese fue el último día que ella tuvo contacto con su esposo y a la fecha nada se sabe de su paradero y el de su vecino, a pesar de llevar la carpeta de investigación la FGE de Puebla.
Amozoc es una localidad donde se han dado hechos violentos como enfrentamientos entre bandas delincuenciales, robos, narcomenudeo y feminicidios.
Los casos de desapariciones registrados por las carpetas de investigación de la FGE de Puebla mencionan a: