Un sismo de magnitud 5.7 grados sorprendió a los poblanos este jueves 7 de diciembre, un movimiento telúrico que también se sintió en algunas ciudades como Orizaba, en Veracruz; Tlaxcala, Morelos y Puebla, donde tuvo lugar el epicentro.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), el sismo se reportó a 16 kilómetros de Chiautla de Tapia, perteneciente a la región Mixteca del estado de Puebla.
Esta no es la primera vez que un temblor tiene su epicentro en esta región, de acuerdo con los registros que tiene el SSN, tomando en cuenta un radio de 45 kilómetros.
En total, han sido cuantificados 6 sismos con magnitudes desde 5.4 hasta 7.1, de los cuales cuatro fueron con epicentro en Chiautla de Tapia y dos en Acatlán de Osorio.
Este sismo se reportó a las 13 horas con 14 minutos y tuvo una magnitud de 7.1 grados. El epicentro fue a 8 kilómetros al noroeste de Chiautla de Tapia y una profundidad de 51.2 kilómetros.
El epicentro fue a 16 kilómetros al oeste de Chiautla de Tapia y tuvo una profundidad de 48 kilómetros.
Información de especialistas en artículos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) recuerda que la zona de la Mixteca poblana es considerada como sísmica, debido a los límites de Puebla y Oaxaca, así como a la flexión de la Placa de Cocos.
Hay una falla geológica que pasa por la costa de Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, debido a que las Placas Cocos y Rivera se mueven hacia el noreste de la República. Una parte de estas placas se hunde sobre la región bajo la placa norteamericana, y esta falla geológica pasa por la zona de la Mixteca.
Dependiendo de la disipación de la energía y los cambios del terreno, hace que la onda se disipe de manera multiforme y choque con algunos cuerpos rocosos. Por eso, se siente diferente en distintos lugares.
La intensidad también depende de la profundidad y la cercanía con el epicentro, pero como todo fenómeno natural no es prevenible, por lo cual son importantes las alarmas sísmicas para prevenir afectaciones mayores.