En el marco de las celebraciones de Día de Muertos, en el municipio de Chignahuapan cada año se presenta el Festival de la Luz y la Vida, que tiene lugar en la laguna de esa localidad.
Para la edición de este 2023, Lorenzo Rivera Nava, presidente municipal de Chignahuapan, prevé que se realice los días 27 y 28 de octubre, donde año con año asisten miles de visitantes locales, nacionales y extranjeros.
Sin embargo, dicho festejo podría no llevarse a cabo ante las protestas que han hecho habitantes del Pueblo Mágico, quienes acusan un severo daño por contaminación en la Laguna de Chignahuapan.
Este cuerpo de agua tiene una extensión promedio de 10 hectáreas y es uno de los principales atractivos turísticos del municipio ubicado en la Sierra Norte de Puebla.
Juan Conde, dirigente del movimiento por el rescate de la Laguna de Chignahuapan, en diferentes momentos ha protestado ante las autoridades municipales para que se atienda y rescate este cuerpo de agua.
El pasado 3 de octubre, acompañado por pobladores de las comunidades de Ixtlahuaca, Palacingo, El Potrero y de las cooperativas de Quetzalapan y de Las Brisas, se manifestaron en la presidencia municipal en demanda de la limpieza de la laguna.
Pidieron ser atendidos por el presidente Lorenzo Rivera, pero en esa ocasión no estaba el edil para que les informara sobre el estado que guardan los diferentes vasos, el nivel de contaminación, la sanciones que se han aplicado por descargas ilegales de drenaje, del cual refieren incluso y hay presencia de metales pesados que afectan a esta importante fuente de abastecimiento de agua.
Los habitantes señalaron que existen descargas de aguas negras que hacen hoteleros y restauranteros que están asentados en las orillas de la laguna, donde cada vez el olor resulta insoportable y tienen que cerrar las ventanas de sus hogares para que no perciban la peste.
Señalan que su principal preocupación es el agua contaminada que desemboca al río Quetzalapa, del cual subsisten varias comunidades del ejido de Tulimán, muy cerca de las cascadas y fuente de abastecimiento para esta comunidad.
Una de las peticiones de los inconformes fue formar un Consejo Ciudadano para impulsar acciones a favor de la limpieza y el cuidado del agua. Además, que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) transparente los permisos y concesiones de quienes pueden cargar sus pipas de este cuerpo de agua, del cual, señalan está siendo sobreexplotado.
Subrayaron que de no recibir una respuesta pronta por parte del presidente municipal, tomarán otras medidas, como impedir que se lleve a cabo el Festival de la Luz y de la Vida, que atrae a turistas nacionales e internacionales, pues sostuvieron que están cansados de que los recursos naturales se conviertan en negocios de unos cuantos y a los habitantes se les condene a vivir en medio de una laguna contaminada.
Esta no es la primera vez que habitantes de Chignahuapan expresan su preocupación por la contaminación de la laguna, pues ya en el 2005 se inconformaron porque empresarios arrojaron a la laguna un herbicida conocido como Gesaprin para eliminar la maleza, pero en su ignorancia provocaron un desastre ecológico con la muerte de miles de peces.
En el 2013 también se registró un caso similar, sin que se confirmara si hubo sanciones o castigo para los responsables, situación que se repitió en el 2015, cuando los habitantes reportaron la aparición de cerca de 3 toneladas de peces muertos en la orilla de la laguna. Se trató de pescado blanco, charal, carpa y acociles, especies que la misma comunidad siembra en ese cuerpo de agua para después poder consumirlos o venderlos.
Los pobladores señalaron que la importancia de limpiar la laguna radica en que ahí hay varios manantiales que dan nacimiento al río Tecolutla, razón por la cual la laguna en 1922 fue declarada como bien de la nación.
Además, de la contaminación en la laguna, nadie les ha advertido de los riesgos que corre la población y la pérdida de la flora y fauna del sitio.
El Festival de la Luz y la Vida cada año se desarrolla en las calles del Pueblo Mágico, las cuales se adornan de coloridos y grandes altares. Se iluminan con antorchas y se forma una procesión que parte del centro de Chignahuapan hasta la laguna, donde danzantes y actores representan distintos pasajes de leyendas y misticismo en los cuales se refleja la luz y oscuridad, la vida y la muerte.
