Residentes del fraccionamiento Villas de Amozoc, detuvieron y golpearon a un presunto robachicos.
Tras recibir el reporte de la tentativa de sustracción de un menor, policías municipales acudieron al lugar, en donde dialogaron con la población, para evitar que el supuesto delincuente fuera linchado.
Los presentes solicitaron a los policías que no dejaran en libertad al hombre, ya que, tras esposarlo, lo movilizaron hacia una patrulla.
Señalaron que la desaparición de menores en la zona es una constante.
Finalmente, los elementos policiacos se retiraron con el detenido.
Al momento se ignora si alguno de los presuntos afectados acudió a presentar una denuncia formal, así como si los uniformados les indicaron que era necesario que lo hicieran para que se iniciara un proceso legal en contra del presunto robachicos.
Linchamiento en Puebla
Si bien existe en Puebla un protocolo para evitar linchamientos, lo cierto es que en ocasiones no se logra aplicar con éxito.
Y en el extremo, en algunas ocasiones, los linchados terminan por ser inocentes.
En este supuesto, el caso más dramático, es el que se registró el 10 de junio de 2022, en el municipio de Huauchinango.
En esa ocasión, pobladores de la comunidad de Papatlazolco, quemaron vivo a un hombre, a quien señalaron falsamente como robachicos.
La víctima, de 31 años, fue identificada como Daniel Picazo, un abogado que colaboró en la Cámara de Diputados, que gustaba de viajar y solo había acudido al municipio poblano para conocerlo.
El 25 de octubre de 2020, Adela Martínez y su pareja sentimental, identificado como Antonio, viajaban a Guanajuato desde Orizaba, Veracruz, de donde ella era originaria, pero una avería en su auto los dejó varados en San Nicolás Buenos Aires, Puebla.
Habitantes los acusaron de ser robachicos y luego los golpearon hasta matarlos.
El 29 de agosto de 2018, Alberto y Ricardo Flores, de 43 y 22 años, respectivamente, se encontraban en San Vicente Boquerón, Acatlán de Osorio, eran campesinos e irían a checar unos negocios en la región cuando fueron acusados de robachicos por los pobladores.
Derivado de la acusación, fueron golpeados y quemados vivos.
En 2021, su familia ganó un juicio por indemnización contra el Ayuntamiento de Acatlán, se detuvo a dos personas, una era un adolescente en ese entonces y fue condenado a 2 años de cárcel.