Las historias de migrantes mexicanos que han logrado destacar fuera de su territorio son muchas y si se trata de poblanos son más, ya que se caracterizan por ser muy trabajadores.
Enlistar los casos de éxito da para varias páginas, pero aquí mencionaremos a tres poblanos que a fuerza de disciplina y constancia lograron destacar y ser orgullo de sus comunidades y sus familias.
-Tienda de ropa para deportes extremos y restaurante
René Moreno es un hombre originario de Coatzingo, quien llegó a Estados Unidos a los 10 años de edad para reunirse con su papá.
Al año llevó a su esposa y a sus dos niñas y después René los alcanzó en Los Ángeles, California.
En 1995, ya con 30 años de edad y trabajando en una empresa como gerente, a pesar de que le iba muy bien, decidió emprender y contar con su propio negocio.
En 1997 ya contaba con su primera tienda de ropa IDSboard, especializada para deportes extremos y después abrió tres sucursales más en la zona de Los Ángeles, California.
Al mismo tiempo cumplió con otro de sus sueños de tener su propio restaurante, el cual cuenta con varios reconocimientos por ser de los mejores establecimientos en el giro de fuente de sodas.
Su inquietud lo llevó a ser director ejecutivo y cofundador de la Fundacion Puebla USA, con la cual ha logrado dar apoyo a varias familias en su comunidad de origen en Puebla.
En la actualidad se destaca por la realización de actividades educativas, culturales, productivas y sociales, dentro de un contexto binacional.
-Taquería El Poblano
Daniel Alonso, también originario de Coatzingo, Puebla, es otro poblano exitoso que, como muchos, emprendió ofreciendo taquizas entre sus conocidos y el buen sabor y sazón lo recomendaron de boca en boca.
Abrió el negocio de servir taquizas a domicilio y ante el repunte en ventas, sus clientes comenzaron a preguntarle si tenía algún puesto fijo, por lo que decidió poner un puesto callejero en Los Ángeles, California, sólo los fines de semana en su camioneta Nissan modelo 87.
Cada tarde llegaban más y más clientes y eso lo obligó a pensar en un local fijo y así lo hizo en 4253 E Bulevar Compton en Los Ángeles, California.
Después del 2002, abrieron el primer local de la Taquería El Poblano, que cuenta con la casa matriz y cuatro sucursales en Pomona, Anaheim y Los Ángeles, donde su especialidad son los tacos al pastor y de carne asada al estilo Tijuana, con un costo de 3 dólares la pieza.
También hay quesabirrias, birria estilo Jalisco, tortas y aguas frescas.
En su relatos, Daniel Alonso dice a sus seguidores en redes sociales que él y su esposa no llegaron a Estados Unidos para dormirse, así que trabajaban todos los días 16 horas seguidas hasta cumplir sus sueños y aún así a veces también se la pasan sin descanso.
-Las Palmitas Fruit
Sí se trata de raspados, malteadas, cocteles de frutas, aguas frescas y los deliciosos elotes y esquites, Las Palmitas Fruit se pintan solas en la ciudad de Los Ángeles, California.
Rogelio Guerra es originario de Izúcar de Matamoros y en 1998 llegó a Estados Unidos donde se empleó en el cultivo y cosecha de jitomate y fresas, según la temporada.
En sus redes sociales comparte que al ser un trabajo pesado se visualizó que no quería seguir ese ritmo y necesitaba emprender, así que lo hizo colocando un puesto de cocteles de frutas y aguas frescas, pero los paisanos le preguntaban si vendía elotes, entonces decidió incluirlos en su menú.
Hoy, Las Palmitas Fruit es el lugar para conseguir jugosos elotes en Los Ángeles, California, donde los sirven asados cubiertos con mayonesa, queso, chile en polvo y jugo de limón.
“El resultado es una delicia dulce, salada, especiada y ácida que es absolutamente irresistible. Los elotes de Las Palmitas Fruit se hacen frescos a pedido y seguramente lo dejarán con ganas de más”, se lee en sus publicaciones.
Así que la próxima vez que esté en Los Ángeles, asegúrese de pasar por Las Palmitas Fruit para disfrutar de un sabor inolvidable de México.
Los tres emprendedores poblanos coinciden en que estar lejos de su tierra es un gran motivo para seguir trabajando, pero se debe tener un propósito claro.