La presencia de coyotes se ha incrementado durante el periodo de pandemia en la zona de Paso de Cortés, en el Parque Nacional Iztaccíhuatl Popocatépetl.
La Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONANP) difundió a través de sus redes sociales una alerta para que los visitantes de ésta área no interactúen con estos animales ni los alimenten.
La dependencia señaló que el Parque Nacional alberga una gran diversidad de fauna, entre las que se encuentra el venado cola blanca, el lince y el coyote.
Debido a que el Parque Nacional se mantuvo cerrado a la actividad turística a causa de las medidas tomadas por el Covid-19, la fauna tuvo un repunte en su población.
Las autoridades señalan que dar o colocar alimento enseña a los animales silvestres a asociar a los humanos con comida.
Además esta práctica puede provocar conflictos con mascotas, principalmente con perros.
Dar comida altera la forma en que los animales se desplazan por el territorio y afectan los patrones de su distribución.
Las agresiones entre coyotes pueden aumentar, incrementando peleas y lesiones entre ejemplares por la competencia por los alimentos que las personas proporcionan.
La dependencia señala que esta práctica suele hacer que estos animales pasen menos tiempo buscando alimento y cazando presas en su territorio, lo que altera el equilibrio natural del ecosistema.
Advierte que se pueden acostumbrar y depender del alimento que les proporcionan los humanos, el cual además no corresponde con su dieta en vida silvestre y en ocasiones puede contener elementos tóxicos para la especie.
La búsqueda de alimento es algo que los coyotes aprenden de sus padres, por lo que si se alimenta a los individuos jóvenes puede impedir que desarrollen la habilidad y el instinto para cazar a sus presas naturales y buscar su propio alimento.