El Ayuntamiento de Zacatlán pidió al Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de Puebla que se realice una inspección al Ex Convento Franciscano, luego de que fue impactado por la caída de un rayo el sábado 12 de agosto de 2023.
El edil José Luis Márquez formalizó la solicitud al director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel Vázquez.
El dictamen del INAH permitirá, de acuerdo con el Ayuntamiento de Zacatlán, orientar el proceso para salvaguardar este inmueble histórico.
Tras el suceso, a partir de la evaluación de especialistas de la Dirección de Protección Civil, en coordinación con la Parroquia de San Pedro Zacatlán, se determinó mantener clausurada la zona del Altar Mayor.
En consecuencia, “será a partir de la zona Grada Sacramental donde se llevará a cabo el oficio litúrgico, permitiendo así se realicen las actividades referentes al 15 de agosto”.
¿Qué le pasó al Templo Conventual Franciscano de Zacatlán?
Durante la tormenta del sábado 12 de agosto de 2023, alrededor de las 17:30 horas, un rayo impactó la cúpula del Templo Conventual Franciscano de Zacatlán.
Tras una primera evaluación, las autoridades locales llevaron a cabo el acordonamiento del interior del inmueble y suspendieron las actividades religiosas.
Este templo se dedicó a San Francisco de Asís y se fundó en 1562, por lo que fue uno de los primeros construidos en América.
La leyenda del dragón del convento
De acuerdo con la memoria colectiva, cuando se estaba construyendo el convento, un indígena notificó a los frailes sobre la existencia de un gran animal que, antes de su llegada, ya agredía a los nativos.
Dijo que habían intentado cazarlo en varias ocasiones, sin éxito. Le tomaron respeto y pensaron que era un animal sagrado.
Los frailes dijeron que atraparían a la bestia y, según la leyenda, lo consiguieron.
Al observar de cerca a la increíble criatura, quedaron maravillados.
Y para vigilarlo, decidieron que viviera en un lugar de la Iglesia, y optaron por el sótano del convento.
Se dice que muchas personas fueron a visitar al dragón que vivía en el sótano del convento.
Pero con el paso del tiempo, los religiosos ya no dejaron que la gente lo viera.
Con el tiempo se corrió la voz que algunos fenómenos naturales se debían a la furia de dragón y para algunos investigadores fue sorprendente descubrir que, debajo del piso de la iglesia, se encuentran túneles y galerías gigantes desiertas.
Y la leyenda del dragón permanece.
