A ocho años de la muerte del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo en un operativo contra pobladores de Chalchihuapan, en Puebla, familiares y defensores consideraron que solo ha existido “justicia divina”.
La mamá del menor, Elia Tamayo, declaró que han sido pocos los avances que se han tenido, pese a que hace dos años se reabrió la carpeta de investigación.
“Sigo en espera después de ocho años y no, seguimos en las mismas, con las mismas represiones”, lamentó la señora.
Este 19 de julio, acudió a Casa Aguayo para dejar un escrito al gobernador Miguel Barbosa a fin de que intervenga y la Fiscalía General del Estado acelere las investigaciones.
Una de sus defensoras, Araceli Bautista Gutiérrez, expuso que a la fecha, el caso solo ha tenido justicia divina y no del estado.
“Poco a poco han estado cayendo (los responsables)”, destacó.
Recordó que Facundo Rosas, quien entonces era secretario de Seguridad Pública en el estado, está en la cárcel, mientras que el gobernador Rafael Moreno Valle y su secretario de Gobernación, Luis Maldonado Venegas, han fallecido.
Pero refirió que "uno que otro anda en la calle", como Juan Pablo Piña, uno de los principales actores en ese suceso que en ese entonces era visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
El abogado Julio Santos Lozano, añadió que la señora Elia Tamayo ha estado “mendigando justicia”.
Acusó que con la llegada de Miguel Barbosa, se pensó que las cosas cambiarían, pero consideró que en realidad no fue así.
“Se estancó, pero confiamos en que el gobernador intervenga y se le pueda dar solución a este asunto y la señora tenga tranquilidad”, dijo.
La tarde del 19 de julio de 2014, el niño José Luis perdió la vida a consecuencia de un paro respiratorio después de una larga agonía de 10 días tras haber recibido el impacto de una bala de goma por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública que pretendían contener una manifestación de pobladores de la comunidad de Chalchihuapan.