Olimpia Coral Melo, la activista poblana de la Ley Olimpia que sanciona la violencia digital, comparte en Argentina su experiencia como activista ante diputados del país sudamericano durante las jornadas de análisis de la Ley Belén.
"Aquí empieza la lucha en América Latina. Porque queremos estar seguras también en internet", señaló Olimpia Coral en redes sociales en medio de las actividades que realiza en Buenos Aires donde comparte la experiencia mexicana para la sanción de la violencia de género a través de medios digitales.
El pasado mes de junio, Olimpia Coral, representó a México en el encuentro organizado por la prestigiada revista Time en Nueva York para reconocer a las 100 personas más influyentes de 2021, en un evento en el que participaron Bill Gates, Tim Cook, John Kerry y otras personalidades.
Nacida en Huauchinango, Olimpia Coral Melo Cruz se define en redes sociales como hija de Josefina, nieta de Teresa, bisnieta de Olimpia y tataranieta de Leonilla, pero también es la joven que impulsó la primera ley en el país que atiende el problema del ciberacoso.
La defensora de espacios digitales libres de violencia para mujeres y niñas impulsó la llamada Ley Olimpia, que consiguió en 2018 una reforma al código penal para reconocer los delitos contra la intimidad sexual.
Se trata de la primera reforma en México para tipificar y reconocer la violencia digital, que ya fue aprobada en 28 estados y en el Senado de la República.
La Ley Olimpia fue aprobada por unanimidad del senado el 5 de noviembre de 2020 y el 29 de abril de 2021 se aprobó en todo el país.
La historia del activismo de Olimpia Coral inició cuando, a la edad de 18 años, se difundió un video sexual que ella había consentido grabar con su novio, en quien confiaba tras una relación de seis años.
Después de que Olimpia había ganado premios nacionales de debate y oratoria, con las mejores calificaciones de su instituto, la difusión masiva del video le costó convertirse de "la joven promesa de Huauchinango" a "la gordibuena de Puebla".
Según ha relatado, después de que su novio la abandonó y sus amigas dejaron de hablarle, cayó en una depresión durante 8 meses, en la cual intentó suicidarse y perdió el curso académico.
Tras encontrar el apoyo de su madre, Olimpia decidió denunciar y enfrentó el escarnio de las propias autoridades.
Como estudiante de derecho, planteó una reforma a la ley, y en 2014, a sus 19 años, llevó su iniciativa ante las autoridades de Puebla.
Olimpia se define como activista de tiempo completo tras haber fundado el Frente Nacional para la Sororidad, que lucha por eliminar la violencia de género en las nuevas tecnologías.
Es también creadora del primer violentómetro virtual, herramienta que ha sido base para prevenir la violencia digital en instituciones como Fiscalías e Institutos de las mujeres.
Además fundó la organización Defensoras Digitales, herramienta para orientar y brindar apoyo a las mujeres y niñas ante el ciberacoso y la difusión no consentida de imágenes sexuales.