Las cifras más recientes de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) refieren que cuatro de cada diez mujeres mayores de 15 años que viven en Puebla, han vivido algún tipo de violencia con su pareja actual o con su última pareja.
Samantha Páez Guzmán, directora de Análisis de la Violencia de Género, Mediática y Digital del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Estado de Puebla, comentó que en las mujeres de 15 a 24 años de edad hay una mayor prevalencia de la violencia emocional, mientras que en las mujeres de 25 a 34 años de edad es más recurrente la violencia física.
Esto quiere decir que en el noviazgo se inicia con la violencia emocional y ésta puede ir escalando a tal grado de culminar con agresiones físicas y hasta el feminicidio.
Explicó que el ciclo de la violencia consiste de cuatro momentos: luna de miel, momento de tensión, violencia y arrepentimiento, para llegar nuevamente la luna de miel.
Páez Guzmán dijo que las mujeres deben estar muy atentas en caso de identificar que en su relación de pareja se está viviendo este ciclo de violencia, porque al repetirse, tiende a acrecentarse y puede pasar de los insultos a un acto más grave como el feminicidio.
El violentador o agresor puede ser un hombre de cualquier estrato social o preparación académica.
Destacó que las mujeres deben estar alertas si identifican que su pareja:
-Comienza a aislarlas de familiares y amigos.
-Ejerce un control sobre su tiempo y sus actividades.
-Controla y critica su forma de vestir y comportarse.
-Controla su tiempo, sus pertenencias y su dinero.
-Comienza a desvalorizarla y descalificar su forma de ser.
-Considera que lo que hacen (estudiar o trabajar) no es importante.
-Vigila y controla sus redes sociales.
-Recurre al chantaje para asegurarse que tenga toda la atención.
Indicó que la primera finalidad del agresor es reducir la autoestima de la víctima para mantener el control.
La especialista resaltó que, según la referida encuesta, el 78.6 por ciento de las víctimas de violencia no solicitó el apoyo a instituciones públicas, privadas o a su familia, y sólo el 5.5 por ciento presentó la denuncia penal.
Dijo que las razones de no denunciar son:
-Considerar que es algo sin importancia.
-Tener miedo a las consecuencias.
-Por vergüenza.
-No saber cómo presentar la denuncia.
-Desconfianza hacia las autoridades.
-Desconocer que hay leyes que sancionan la violencia, así sea sólo emocional.
En ese sentido, Samantha Páez sugirió a familiares y amigos no desesperarse por las decisiones que tomen las víctimas de violencia, así como evitar etiquetarlas y culparlas por lo que les sucede, pues resaltó que a las mujeres que están en esa situación les cuesta trabajo reconocer y aceptar que su pareja las agrede.
“Hay que motivarlas, darles valor, mantener su autoestima arriba, identificar cuando su comportamiento cambia, seguirlas frecuentando, no aislarlas y cuando vean que hay una actividad inusual en ellas, buscarlas y apoyarlas”, comentó.
En diciembre del 2020, el Congreso del Estado aprobó reformas a la Ley para el Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia en el Estado de Puebla por lo que ya fue tipificada la violencia en el noviazgo.
Este delito tiene una pena de cárcel hasta por ocho años o el pago de una multa que puede ser superior a los 250 mil pesos.
Para Samantha Páez esta legislación sirve para hacer visible la problemática, pero consideró que lo más importante es que todo el aparato del Estado cumpla con sus obligaciones de prevenir, atender, sancionar y erradicar la violencia.
Como ejemplo, citó que se debe informar a las mujeres de 15 a 24 años sobre los tipos de violencia, dónde denunciar y cuáles son los mecanismos de atención.
Además de brindar formación profesional a los policías que son los primeros en atender una denuncia por agresión.