La doctora Griselda Corro Hernández, responsable de los laboratorios de Catálisis y Energía en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), compartió con las mujeres el consejo que siempre da a sus hijos y alumnos para no claudicar en su lucha.
“No rendirse, siempre hay un después que te dará el éxito. Eso siempre se lo digo a mis hijos y a mis alumnos. Yo lo he visto muchas veces, muchos años y en mucha gente. Ese sería el mensaje que yo compartiría. No se rindan”, comentó.
En entrevista con El Universal Puebla, recordó sus inicios como investigadora en la máxima casa de estudios del estado y el avance que ha tenido la apertura de las mujeres en la ciencia.
Primero dijo que fue la curiosidad su principal motivación para que ella se dedicara a la ciencia y a la investigación, ya que desde pequeña buscaba una explicación a todo y cuando no encontraba respuesta, ella no dejaba de indagar hasta encontrarla.
Su primer trabajo formal fue investigar la parte de la aceleración de las reacciones del petróleo en la Universidad Metropolitana en la Ciudad de México.
“Yo estaba en eso, en la química del petróleo. Las mujeres éramos poquititas, un 10 por ciento y el resto eran hombres. (El petróleo) un tema estereotipado para los hombres, máquinas y humo, pero a mí me gustaba”, dijo.
Llegaron a expresarle que ella debía estar en el área de perfumes o medicinas, pero no en petróleo, porque los hombres no daban crédito que las mujeres fueran a meter las manos al motor y hacer uso de la herramienta.
“El área que yo trabajo es la catálisis, la cual es muy versátil, porque puedes estar trabajando en un motor o en un reactor muy fino, que otra vez haciendo estereotipo, solo una mujer lo puede usar y eso no es cierto, porque un hombre también lo puede hacer”, mencionó.
En 1998 solo había una mujer trabajando en la investigación y en la ciencia en la BUAP y poco a poco, con trabajo arduo y dedicación, han logrado que ahora, la presencia de mujeres investigadoras y de ciencia, sea de 50 por ciento en los doctorados.
Desde su experiencia, en todo este tiempo de trayectoria profesional no ha sufrido bloqueos en su desempeño por parte de los hombres, tampoco ha sido víctima de violencia en razón de género.
Sin embargo, la investigadora nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores (SIN) recordó un momento cuando ella misma creyó que por su condición de mujer no había logrado los resultados deseados, pero más tarde reconoció que no fue así.
En una ocasión, realizó una publicación que le costó mucho trabajo y que ella consideró que el resultado fue muy bueno, por lo cual lo envió a una prestigiada revista internacional para su publicación, pero fue rechazada y los revisores le precisaron cada uno de los motivos.
“Yo nunca estuve de acuerdo con la respuesta y empezó mi cabeza: seguro porque soy mujer, soy mexicana. La realidad es que después de un tiempo la revisé y me di cuenta que faltaba mucho por corregir y así lo hice en unas vacaciones de verano; la envié y me la regresaron, pero ya con menos observaciones. Nuevamente en diciembre la volví a enviar y hasta entonces la publicaron”, detalló.
Corro Hernández cuenta con un sinfín de reconocimientos nacionales e internacionales, así como publicaciones en revistas especializadas a nivel mundial.
Entre sus investigaciones se encuentran el estudio de la postcombustión automotriz para quitar el humo de los coches que usan gasolina, diésel y gas natural, con el cual aporta su granito de arena a favor de la atmósfera.
También le fascina su investigación dedicada a la generación de biocombustibles a base de aceites reciclados y con uso de energía solar.
Su más reciente trabajo es el estudio la fotosíntesis artificial. Se trata de la simulación de la función que hacen las hojas de las plantas o de los árboles para la generación de hidrocarburo a partir del CO2 y agua con un catalizador.
“Es el tema que me tiene fascinada, porque hemos logrado ya avances importantes en la investigación. Lo mismo que está ocurriendo en todo el mundo, porque aún no se llega al objetivo, ni en muchos laboratorios en el mundo, que es producir azúcar a partir del CO2, agua y un catalizador. Nuestro tema de cajón es el cuidado del medio ambiente y disminuir el calentamiento global”, dijo.
Para todos estos trabajos ha destinado muchas horas de investigación y dedicación, pero ella dice que nadie la obliga a hacer esto que es su pasión, por lo que tampoco considera que haya tenido que sacrificar otros aspectos de su vida.
Cuando formó su familia y tuvo a sus dos hijos les dedicó tiempo para su cuidado mientras estuvieron pequeños, pero conforme se fueron haciendo independientes ella siguió trabajando.
“Yo siento que como en esta época ya no son tan dependientes de mi en muchos aspectos, tienen todo el tiempo de dedicarse a sus gustos y a la pasión que se debe sentir para desarrollar algo que valga la pena”, insistió tras reconocer que probablemente su vida social sí la haya sacrificado, pues dejó de tocar piano, un instrumento que aprendió desde pequeña, pero al cual no le ha dedicado tiempo.
La también Premio Nacional IMIQ “Ing. César O. Baptista Montes” al Trabajo Técnico de Excelencia en Ingeniería Química 2002 dio un mensaje a las mujeres que están interesadas en la ciencia y en la investigación.
“Si sienten esa chispa de la ciencia, de la investigación, que sigan, que no se limiten a nada, sería una pérdida si ellas no lo hacen, porque las mujeres somos la mitad de la población, entonces se perdería la mitad de las científicas”, concluyó.
