Las redes criminales capturan a los migrantes que pasan por Puebla y Veracruz para obligarlos a delinquir o los hacen víctimas de extorsión y secuestro, informó Manuel Romero Cajigal, director Diocesano de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Puebla.
En entrevista con El Universal Puebla añadió que, en su experiencia en atención a los migrantes desde los albergues, ellos refieren que los usan para el robo de autopartes, para ser sicarios, para el delito de trata de personas, explotación laboral o para trabajar en el campo sin que reciban pago alguno.
Por su parte, el padre Ramiro Baxín Ixtepan, coordinador pastoral migrante en la diócesis de San Andrés Tuxtla, Veracruz, indicó que el mayor problema de inseguridad se vive en las zonas fronterizas, siendo la más preocupante la frontera sur.
En la entidad veracruzana las áreas peligrosas para el paso de los migrantes son Coatzacoalcos, Acayucan, Tierra Blanca y Orizaba hasta entrar a Puebla.
En el caso de Puebla, uno de los focos rojos para los migrantes es en las inmediaciones de la Central de Autobuses de Puebla (CAPU).
Los migrantes para el crimen organizado es un gran negocio, también los capturan para hacerlos víctimas de extorsiones y secuestros exprés, por eso es cada vez más común ver transitar tráileres cuyo interior llevan hasta 300 indocumentados.
A esta situación se suman autoridades que causan temor a los indocumentados, quienes se ven obligados a caminar por otros senderos con tal de no encontrarse con los integrantes del crimen organizado ni con algunos servidores públicos.
A esta problemática, ambos señalaron que la tendencia del flujo migratorio ha crecido mucho en los últimos años y además se ha globalizado, porque antes llegaban migrantes de Centroamérica, pero ahora también llegan de Haití, India, China, de África y de países árabes.
De la misma manera, ya no son solo hombres los que transitan, sino también hay mujeres, muchas de ellas embarazadas, así como y familias con hijos recién nacidos y adolescentes no acompañados.
Una de las labores de la Red de Atención Integral de Migrante (RAIM) es informarles sobre estos peligros y recomendarles que se asesoren “porque actualmente el marco jurídico se ha visto muy debilitado para los migrantes, quienes no se sienten ni seguros ni protegidos”.
“Es un granito de arena lo que podemos hacer ante una política migratoria que ahora está totalmente debilitada, que no sabemos para dónde ir, para dónde caminar y que al final del día repercute en los migrantes. Yo creo que hace falta un cambio desde los gobiernos, no solo de México, sino desde sus propias patrias, donde los migrantes puedan tener todo lo necesario y estén satisfechos de lo que tienen y no tengan que abandonar sus países”, indicó el padre Ramiro Baxín.
Y continua: ”también veo que no vamos a tener estructuras nuevas, si no hay corazones nuevos, no hay estructuras renovadas, si no hay corazones renovados”.
Ambos sacerdotes participan en el Encuentro Regional de Directores de Albergues y Agentes de Pastoral de movilidad humana de la Red RAIM zona sur, donde abordan temas de mayor interés para los migrantes, así como las estrategias para acoger, proteger, promover e integrar a todos los que se encuentren en situación de movilidad.
A decir de padre Manuel Cajigal, les preocupa que la tendencia del flujo migratorio cada vez más va más al alza, tan solo en Puebla registraban una docena de migrantes al mes en los tres albergues que hay en Puebla y ahora son entre 100 y 150 por mes.
A todos ellos se les da atención médica, psicológica, acompañamiento humanitario, asesoría jurídica, alimento, ropa, calzado y demás servicios que, antes, eran por dos días de permanencia, pero ahora el tiempo que están en estos espacios es cada vez mayor.
Por ello también pidieron el apoyo de la ciudadanía, porque los albergues y refugios temporales se sostienen con trabajo voluntario y ayuda en especie, por lo que es bien recibida toda la donación que deseen aportar a estos sitios en Puebla, Veracruz y toda la zona sur sureste del país, que es la más necesitada.