Dentro de todas las curiosidades de los pueblos de México destaca que hay dos que coinciden en nombres, artesanías y piezas monumentales.
Se trata de San Nicolás Obispo, Michoacán y San Nicolás de los Ranchos, Puebla que coinciden en venerar a San Nicolás de Bari y en talentos ancestrales.
Ubicados a menos de una hora de las capitales de Michoacán y Puebla, los dos San Nicolás coinciden en ser conocidos por sus molcajetes de piedra volcánica.
En el primer caso recolectan el material de los cerros que los rodean y sus productores aseguran que es una materia prima más sólida que la que existe en otras partes del país que tiende a desbaratarse con el uso.
Las piezas elaboradas por los artesanos poblanos guardan la magia e historia de las materias primas relacionadas con el volcán Popocatépetl pues se ubican a los pies del coloso.
Al menos desde 2018 ambos poblados artesanos han elaborado piezas monumentales para reconocer la vocación de sus pueblos y presumirla a visitantes.
En el San Nicolás una de las piezas que se presume como más grandes del mundo decora su zócalo y suele almacenar agua, aunque sí han hecho salsas
Según los creadores de esa y otras piezas, pesan unas tres toneladas, tienen casi tres metros de diámetro y son bajitos.
En el San Nicolás de Puebla también han elaborado más de uno que presume ser el más grande del mundo, una de las piezas decora el palacio municipal y también han protagonizado taquizas.
De estas piezas se ha señalado que mesan tonelada y media, miden un metro de diámetro y se caracterizan por ser más profundos y con decoración.