Desde hace varias décadas, autoridades federales y estatales, así como organizaciones no gubernamentales y los propios habitantes de las riberas del río Atoyac, emprenden acciones para el saneamiento de dicho afluente.
De acuerdo con investigadores, uno de los principales factores por los cuales los resultados de esas labores no se ven o se miran como muy escasos, es que no hay una coordinación entre las partes involucradas.
Sin embargo, el pasado 11 de octubre, en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Puebla, se publicó el Programa Metropolitano Puebla – Tlaxcala 2023, que establece estrategias para distintos rubros, en los que se incluye el saneamiento del río Atoyac.
En este particular, la estrategia se orienta a restablecer, preservar y buscar la integralidad del ciclo del agua a fin de garantizar los servicios hídricos de la cuenca y acuíferos, por medio de un manejo sustentable y coordinado con la participación de la ciudadanía, las instituciones y los órdenes de gobierno.
La estrategia se considera como de intervención prioritaria con una visión de cuenca y derivado del proceso de contaminación al que está expuesta. Se señala que su saneamiento requiere de una recuperación y reestructuración, en el respeto a los Derechos Humanos fundamentales como:
El principal uso del acuífero Alto Atoyac es el público-urbano. Actualmente, se registra un total de 890 aprovechamientos de agua subterránea, de los cuales 734 corresponden a pozos, 102 a norias y 54 manantiales; del total de pozos, 600 se encuentran activos y 134 inactivos; 79 norias activas y 23 inactivas; finalmente, de los manantiales, 54 se consideran activos.
Para la zona metropolitana de Puebla-Tlaxcala, se menciona que este acuífero se encuentra con una fuerte presión por parte de las áreas urbanas, derivado de que comparte carga con la zona metropolitana de Tlaxcala-Apizaco y las industrias que ahí se asientan.
En cuanto a la contaminación del acuífero, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) analizó 19 pozos en 11 municipios de Tlaxcala, de los cuales 13 sitios están dentro de los indicadores de calidad y seis no cumplen con los estándares.
Respecto al uso del agua metropolitana se tienen identificados tres principales:
Los municipios de Acajete, Amozoc y Tepatlaxco de Hidalgo se encuentran sobre uno de los acuíferos sobreexplotados y su mayor consumo de agua sigue destinándose en la producción primaria.
Para cumplir con la meta de limpiar este afluente se ha estipulado la elaboración del Plan Integral de Saneamiento de la Cuenca, primero se prevé un diagnóstico de la situación y definición de acciones prioritarias.
Después se establece la remediación de los niveles de contaminación hídrica, la implementación del Sistema de Saneamiento Integral Metropolitano (SSIM), el Sistema de Saneamiento Integral Metropolitano (SSIM), la Elaboración del Programa de Saneamiento Integral Metropolitano, así como la modernización y establecimiento de un sistema de plantas de tratamiento de aguas residuales.
En las acciones se contempla la ampliación y modernización de la red de infraestructura sanitaria en los municipios que conforman la Zona Metropolitana Puebla-Tlaxcala, definiendo prioridades en razón del tamaño de las descargas.
Así como el establecimiento de plazos de saneamiento por tramos del cauce, definición de recursos y acciones que cada institución deberá realizar; el monitoreo y control de descargas residuales a los ríos y afluentes del río Atoyac, Zahuapan y Alseseca; acciones de coordinación con el sector industrial, en específico con las industrias que se ubican en las inmediaciones del río Atoyac y del río Alseseca, con la finalidad de que se generen acciones de participación público-privadas que aporten al saneamiento del río y a la verificación del cumplimiento de la normatividad para evitar que se continúe con descargas de contaminantes al río Atoyac y sus afluentes
Para toda esta tarea, el Programa Metropolitano señala un tiempo de 1 a 2 años para acciones a corto plazo, de 3 a 8 años para acciones a mediano plazo y más de 10 años para tareas a largo plazo.
Lo anterior debido a que hay que restablecer, preservar y buscar la integralidad del ciclo del agua a fin de garantizar los servicios hídricos de la cuenca y acuíferos. Se considera una intervención prioritaria debido al proceso de contaminación al que está expuesta, de manera que su saneamiento requiere de una recuperación y reestructuración a largo plazo y en coordinación con diversas gestiones gubernamentales.
Dentro de esta estrategia también se prevé detección y clausura de tiraderos clandestinos de residuos sólidos urbanos, construcción y rehabilitación de una planta de tratamiento de agua residual, tamizaje y atención médica a la población vulnerable por consumo y exposición prolongada del agua contaminada.
Sistematización de información en el registro estatal de enfermedades crónicas renales, reconversiones productivas de terrenos baldíos aledaños a la ribera del río, sustitución de agroquímicos en la Zona Metropolitana de Puebla-Tlaxcala, incentivos verdes y fomento de modelos sustentables de producción.
Las instancias responsables que se contemplan en el programa son federal, estatales, municipales y los recursos presupuestales para ejercerlas corresponden al Ramo 09 (Infraestructura, Comunicaciones y Transportes); Ramo 15 (Desarrollo agrario, territorial y urbano); Ramo 16 (Medio ambiente y recursos naturales); Ramo 28 (Participaciones a entidades federativas y municipios) y Ramo 33 (Aportaciones federales para entidades federativas y municipios).