El Tercer Tribunal Colegiado de Cancún emitió su fallo en el que dicta que el ex gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, permanezca en prisión, por el delito de tortura en contra de la periodista y escritora Lydia Cacho Ribeiro.
“HOY: #MarioMarín permanecerá en prisión. El tribunal determinó que se debe corregir un error del documento de sentencia. Una vez corregido seguimos en el juicio. NO sale de prisión y NO fue exonerado”, compartió la propia Lydia Cacho en sus redes sociales.
Con este fallo, el imputado seguirá en prisión, en tanto continúa el proceso por el cual fue detenido y en espera de recibir sentencia.
El ex gobernador de Puebla fue detenido el 3 de febrero de 2021 en el puerto de Acapulco, Guerrero y trasladado a Cancún, tras una orden de aprehensión girada por el Juzgado Segundo de Distrito del Estado de Quintana Roo, por el delito de tortura en contra de la periodista.
Actualmente, permanece interno en el penal del Altiplano, en el Estado de México.
En febrero recién pasado, el juez de Quintana Roo le negó la solicitud para continuar en libertad el proceso penal que se le sigue, tras presentar pruebas para continuar con la medida cautelar de prisión preventiva en su contra.
Lydia Cacho fue detenida en el 2005 luego que en su libro “Los Demonios del Edén”, denunciara una red de políticos y empresarios involucrados en delitos de pornografía y explotación infantil en Cancún.
La periodista señaló al ex mandatario estatal Mario Marín, junto con el empresario textilero Kamel Nacif y a Jean Succar Kuri, como responsables de su detención ilegal y tortura.
La detención se hizo durante su traslado por tierra desde Cancún a Puebla, con el fin de intimidarla luego que en el libro señaló de manera directa a Kamel Nacif y a Jean Succar como operadores de la red.
Mario Marín Torres habría intervenido a petición de Kamel Nacif y con quien sostenía una amistad.
Lo que más tarde se conoció luego que se difundió una grabación de una conversación telefónica entre Mario Marín y Nacif, en las que el exgobernador afirmó que le había dado a Cacho un “pinche coscorrón” porque “en Puebla se respeta la ley”.