La pequeña María Isabel tenía una capacidad servicial innata.
Nació en 2012 en Coyotzonga. Enclavado en la Sierra Negra de Puebla del municipio de Zoquitlán, el barrio indígena la vio crecer.
En su corto andar, siempre destacó por ser servicial con todos los vecinos sin que se lo pidieran sus padres.
Por ejemplo, cuando veía que cargaban sus bolsas, corría para ayudarles y acompañarlos hasta sus casas.
Cuando un niño se caía, acudía para levantarlo y después correr a jugar sobre los grandes caminos de terracería que rodean el barrio.
Sin embargo, no descuidaba sus estudios y acudía a la escuela que está a escasos veinte minutos a pie de su domicilio.
Cuando María Isabel cumplió 10 años y empezó a cursar el quinto grado, una de sus vecinas de edad adulta le pedía que la acompañara después de clases porque estaba sola.
La menor iba todas las tardes hasta que un día le dijo a sus padres que también quería acompañarla por las noches.
La mujer de nombre Lucila también intercedió, así que accedieron porque su vivienda estaba a escasos minutos.
Como todas las noches, la niña emprendió camino el lunes 17 de enero, cerca de las 19:00 horas.
Al otro día, María Cortés y el señor Sánchez, sus padres, acudieron a buscarla, pero Lucila les dijo que no había llegado, por lo que intentaron rastrearla junto con los vecinos.
Las personas encontraron la tarde de ayer martes 18 de enero el cadáver de María Isabel cerca de un lote baldío.
Las autoridades ministeriales acudieron e indicaron que tenía signos de violencia y huellas de presunto abuso sexual, lo cual documentó EL UNIVERSAL PUEBLA.
Los padres de la menor y los pobladores realizaron una marcha pacífica hasta las instalaciones del Ayuntamiento de Zoquitlán.
En el lugar, colocaron veladoras y carteles para exigir a las autoridades que capturen al responsable, de quien hasta el momento no tienen pistas.
Tras realizarle la necropsia, las autoridades les entregaron este miércoles 19 de enero el cuerpo de María Isabel a los deudos.
Entre lágrimas, lo llevaron a su humilde domicilio para velarlo y posteriormente sepultarlo.
El feminicidio de la menor es el tercero que ocurre en la entidad, en lo que va de este 2022.