Para muchas personas, la llegada del calor es mejor que el frío invierno, pero a otros les resulta desagradable porque los pone de mal humor, somnolientos, cansados y sudorosos, además de que los rayos del sol se sienten con mayor intensidad en la piel.
Las altas temperaturas también afectan otros aspectos de la vida. Algunos son evidentes, pero seguramente hay otros en los que no habías pensado.
Un artículo de la revista especializada en automovilismo, Parabrisas.perfil.com, señala que en los accidentes viales el factor humano es responsable en el 93 por ciento de los accidentes, mientras que el 7 por ciento restante es atribuido al camino y al vehículo.
Los altos índices de accidentes viales en México se enfocan constantemente hacia el alcoholismo, pero existen otros factores como la imprudencia, desconocimiento de las reglas, la capacitación adecuada, el desarrollo de las tecnologías en nueva movilidad, la potencia de los vehículos, entre muchos otros aspectos.
También refiere que hay un estudio donde se demostró que el calor es un elemento clave en los accidentes, pues una alta temperatura incrementa en un 22 por ciento los errores en la conducción.
Esto sucede debido a que el calor induce a la fatiga y al mal humor, por lo que potencia cualquier alteración o problema.
Además de la temperatura, otro factor que incide en los accidentes es el hecho de que las rutas se cargan un 30 por ciento más durante el verano por la gran cantidad de personas que salen de vacaciones.
México ocupa el séptimo lugar a nivel mundial en accidentes de tránsito y el tercero en América, siendo la principal causa de mortalidad en niños entre 5 y 9 años de edad y la segunda causa de orfandad.
Según estudios del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), diariamente fallecen 22 jóvenes de entre 15 y 29 años por esta causa, mientras que anualmente mueren en promedio 24 mil personas de todas las edades.
En Puebla, de acuerdo con datos de la Dirección de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud federal, en lo que va del 2023 se tienen registrados mil 57 accidentes viales, mientras que en el 2022 se registraron un total de 850 percances.
En México se tienen identificadas dos temporadas de incendios forestales, de enero a junio en las zonas centro, norte, noreste, sur y sureste; y de mayo a septiembre en el noroeste del país.
Ambas coinciden con la época de mayor estiaje o sequía en el territorio nacional, de acuerdo con información de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Se calcula que las actividades humanas ocasionan el 99 por ciento de los siniestros y sólo el resto tiene como causa fenómenos naturales como descargas eléctricas y la erupción de volcanes.
Entre las causas accidentales se consideran las rupturas de líneas eléctricas, accidentes automovilísticos, ferroviarios y aéreos.
Por negligencias están las quemas agropecuarias no controladas, fogatas de excursionistas, fumadores, quema de basura, limpieza de vías en carreteras y uso del fuego en otras actividades productivas dentro de áreas forestales.
Intencionales son las quemas por conflictos entre personas o comunidades, la tala ilegal o los litigios.
Por causas naturales son la caída de rayos o erupciones volcánicas.
Con las altas temperaturas también se incrementan enfermedades como salpullido, calambres, desmayos, agotamiento, insolación y los golpes de calor.
Por una parte, son provocados porque el calor provoca que el cuerpo sude, pierda las sales, fluidos y minerales necesarios para su funcionamiento normal, por lo que necesario que las personas se mantengan bien hidratadas.
De acuerdo con el doctor Eduardo López Villalobos, coordinador de la Clínica Médica de Urgencias de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en la temporada de calor y de lluvias, las enfermedades infecciosas gastrointestinales también aumentan de 25 a 30 por ciento, es decir, de cada 100 pacientes, 30 llegarán a enfermarse de una gastroenteritis, en promedio.
Las gastroenteritis más comunes son producidas por la salmonella, escherichia coli y las amibas, que son provocadas por bacterias.
Por ello, las personas deben lavar bien con agua y jabón las frutas, verduras y hortalizas, cuidar toda la higiene en la preparación de los alimentos y mantener limpias las manos, utensilios y trastes.
También se sugiere reducir el consumo de alimentos en la calle, principalmente porque el calor provoca que se echen a perder más rápido.