El desfile conmemorativo del 5 de Mayo en Puebla, además de ser una tradición y toda una institución, sin duda es el evento que anualmente congrega a más poblanos, así como visitantes nacionales y extranjeros, quienes con paciencia esperan durante horas el paso del recorrido con el propósito de apreciar la seriedad y enjundia de sus participantes.
Algunos de los que observan el paso de los contingentes sin duda rememoran para sí la forma en la que ellos, sus padres o madres en una o quizá varias ocasiones tuvieron la oportunidad de ser parte del desfile cívico-militar, con el que se conmemora el día en que las armas nacionales se cubrieron de gloria ante el Ejército francés.
Pero hay contingentes que año con año son esperados por los asistentes, quienes exhiben su algarabía a su paso.
Sin duda uno de ellos es el del Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), en el que todo estudiante de ese plantel anhela participar en algún momento.
Otro contingente que es anhelado y aplaudido es el del Batallón de Zacapoaxtlas, que rememora la participación de esos valerosos combatientes en la batalla.
En general, los contingentes de los centros escolares y sus bandas siempre se encuentran en el gusto de los asistentes.
Un elemento adicional de expectación lo constituyen los carros alegóricos que año con año se renuevan y muestran formas diferentes, rememorando incluso hechos recientes.
Uno más de los contingentes esperados es que representa a los cuerpos de rescate y salvamento por todo lo que ellos han representado en la historia del país, en situaciones de desastre.
El contingente charro, que tradicionalmente viene a la retaguardia y con el que se cierra la parada cívico-militar, también es celebrado con peculiar alegría.
Un momento de amplia expectación, sin duda, aunque no forma parte formal del desfile, es el momento en el que las naves de la Fuerza Aérea Mexicana sobrevuelan el área, captando por instantes la atención del público.
Finalmente, un contingente que si bien no es esperado ni aplaudido, es conformado por los trabajadores del servicio de limpia de la ciudad, quienes al culminar el paso del desfile se encargan de limpiar el área.